ALICANTE. El Ayuntamiento de Alicante, la Conselleria de Cultura y Patrimonio Cultural y el Ministerio de Cultura acercan posturas respecto al proyecto de remodelación integral de la Biblioteca Azorín, de titularidad estatal, con la intención de agilizar la concesión de la licencia de obras municipal en cuestión de semanas. Así se ha desprendido, cuando menos, tras el desenlace del encuentro telemático celebrado este viernes entre técnicos de las tres administraciones, en los que se ha concertado simplificar trámites con el objetivo de acelerar el inicio de los trabajos. En concreto, por lo que respecta a la necesidad de contar con autorización arqueológica previa de la Conselleria de Cultura que se había planteado como requisito hasta el momento, ante la posibilidad de que las obras pudiesen afectar a los restos de la muralla del siglo XVI localizados en el Paseíto de Ramiro, reconocidos como BIC.
Al respecto, como ya había anticipado este diario, los representantes del departamento autonómico han considerado que no resultaría necesario promover ese trámite de autorización, puesto que se plantea una intervención limitada al inmueble, sin incidencia sobre su entorno, con lo que bastaría con el estudio de seguimiento arqueológico de los trabajos ejecutados una vez iniciadas las obras. Como también ha informado este diario, el Ministerio de Cultura ya había iniciado los trámites para contratar esos trabajos de asistencia externa sobre el seguimiento arqueológico de los trabajos de remodelación del edificio, a la espera de que pudiese completarse el proceso de adjudicación, según precisaron fuentes del gabinete que coordina Ernest Urtasun.
Así, fuentes municipales han detallado, a través de un comunicado, que en ese encuentro (convocado la semana pasada según las mismas fuentes, aunque fuentes del ministerio defienden que se convocó este miércoles, con motivo de la intervención del ministro en el Congreso), se ha compartido información sobre los últimos trámites necesarios para impulsar la reforma de la biblioteca y se ha repasado "de manera conjunta la documentación necesaria y la tramitación pendiente en esta recta final del procedimiento administrativo" para la concesión de la licencia de obra mayor y ambiental solicitada, "con el objetivo de que puedan comenzar las obras en pocas semanas".
"Tal y como esperábamos, esta reunión técnica ha resultado sumamente productiva y permitirá agilizar la concesión de la licencia y el inicio de la reforma, que debe ser el objetivo principal de las tres administraciones", ha explicado la portavoz del equipo de gobierno, Cristina Cutanda, que ha agradecido "el talante propositivo y resolutivo que han mantenido los técnicos de las tres administraciones para conseguir este objetivo común lo antes posible", según informan fuentes municipales, a través de un comunicado.
Un talante que, según ha añadido, "contrasta y deja en muy mal lugar al que mostró el pasado miércoles el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, en una comparecencia ante el Congreso preparada por su propio partido con mala fe y claro interés político, al verter acusaciones que se han demostrado infundadas contra el Ayuntamiento de Alicante, cuando sabía o al menos debería saber que esta reunión estaba previamente convocada", ha señalado Cutanda. "Frente al intento de manipulación política de este asunto por parte del ministro, en el Ayuntamiento de Alicante lo que hacemos es seguir trabajando por impulsar este proyecto tan importante para la ciudad, como ha quedado demostrado con la reunión de hoy", ha añadido la portavoz.
Por su parte, el co-coordinador del movimiento Sumar en la Comunitat Valenciana y exconcejal de Unides Podem en Alicante, Xavier López, ha lamentado que el equipo de gobierno de Alicante haya tardado "8 años" en "avanzar para permitir al Ministerio de Cultura la reforma integral por 17 millones de euros de la Biblioteca Azorín. Solo después de que Sumar llevará el asunto a la sesión de control del Congreso han decidido fechar reunión, cominicada este mismo miercoles. Casualidad". Además, ha criticado, igualmente, que el equipo de gobierno haya usado "la web oficial del Ayuntamiento de Alicante para acusar al ministro de mala fé e interés político". "¿A quien defie, señora Cutanda?", se ha cuestionado López. "Mala fé e interés político es bloquear inversiones del gobierno de coalición progresista, mientras se le acusa de desatención", ha concluido, a través de un mensaje publiado en su cuenta de la red social X (antes twitter).
Avances técnicos definitivos
Al margen de ese desencuentro político, el comunicado municipal precisa que se ha avanzado en solventar el trámite de autorización de las actuaciones arqueológicas necesarias, atendiendo a la protección del ámbito de actuación de las obras: Casco Antiguo e inmediaciones de la muralla del siglo XVI existente en el Paseíto Ramiro. En relación con dicha autorización y atendiendo a las características de las obras previstas (reforma interior), en la que no se contempla ni una ampliación del edificio ni una gran afección al subsuelo, limitada a la reposición de las infraestructuras existentes y al refuerzo de la cimentación, por los servicios territoriales de Cultura se ha planteado la posibilidad de simplificar y agilizar dicha tramitación abordando directamente la autorización a la propuesta de seguimiento arqueológico de las obras, que debe presentar el ministerio acompañada del proyecto técnico, como alternativa al estudio previo inicialmente previsto.
Por parte del ministerio se ha confirmado la incorporación al equipo técnico encargado del desarrollo del proyecto de la correspondiente asistencia arqueológica para atender a este último trámite patrimonial, contando con una empresa con amplia experiencia en este tipo de intervenciones y autorizaciones. Se ha revisado igualmente el resto de las autorizaciones sectoriales en curso, así como la documentación aportada, con especial referencia a la autorización de Agencia Estatal de Seguridad Aérea, relativa a la afección a las servidumbres aeronáuticas del aeropuerto de Alicante, de cara a facilitar y prever la futura autorización de los medios auxiliares necesarios.

- El edificio de la biblioteca Azorín, junto al Paseíto Ramiro de Alicante. -
- Foto: RAFA MOLINA
La autorización municipal de la licencia de obra incluirá igualmente la correspondiente autorización ambiental, habiéndose revisado la tramitación ambiental llevada a cabo hasta la fecha, así como la vigencia de los parámetros generales del proyecto inicial, de cara a comprobar que las últimas correcciones introducidas en el proyecto no constituyen una modificación sustancial del proyecto, posibilitando de este modo la resolución conjunta de ambas autorizaciones.
"La puesta en común realizada, así como todas las consultas y gestiones llevadas a cabo posibilitarán agilizar la obtención de las autorizaciones sectoriales necesarias y por tanto, agilizar la concesión de la licencia de obras solicitada, de gran interés para la ciudad de Alicante", según concluye el comunicado.
Desbloqueo 8 años después
El entendimiento alcanzado en ese encuentro abre el camino para desbloquear la ejecución de una actuación que cuenta con proyecto anunciado por primera vez en 2008 y que cuenta con proyecto de ejecución redactado desde el año 2017. Ese proyecto comprende una renovación de las condiciones arquitectónicas externas de la biblioteca para atajar el deterioro al que se encuentra expuesto por la influencia del medio marino, dada su cercanía a la playa del Postiguet. En esta línea, se prevé la sustitución de parte de los materiales que conforman su fachada y la instalación de un doble acristalamiento para mejorar su aislamiento térmico y amortiguar la incidencia de la luz solar mediante un tratamiento especial.
Además, también se prevé incorporar medidas enfocadas en la eficiencia energética, así como la instalación de paneles solares en su cubierta. Y, por último, se pretende mejorar la distribución interna de sus salas y adaptar el edificio a las condiciones de accesibilidad y sostenibilidad exigidas en la normativa actual. La inversión estimada superaría los 16,8 millones y partiría con un plazo de ejecución de dos años, sin que, hasta el momento, se haya despejado si será imprescindible que se proceda a su cierre durante el tiempo en el que se prolonguen esos trabajos.