ALICANTE. El desarrollo de espacios peatonales por las que ya se ha apostado en las principales ciudades españolas y europeas parece avanzar sin prisa, pero sin pausa, también en Alicante, aunque no siempre en las zonas concretas sobre las que se ha debatido y reivindicado la posibilidad del cierre al tráfico en los últimos años. La reurbanización de la avenida de la Constitución y la calle Bailén permitió configurar un eje desprovisto de tráfico (salvo los cruces de las calles Teatro y San Fernando) de 25.000 metros cuadrados que conecta el Mercado Central con la Explanada, que se suma a otras experiencias previas como la de la calle Castaños, San Ildefonso, Pirula Arderius y Plaza Nueva.
Hasta ahora, esa avanzadilla en el Centro Tradicional se completa con la calle San Francisco, en la que justo ahora se acaba de licitar trabajos de reurbanización para acondicionar el firme y restituir el mobiliario y su tematización, con una inversión de más de 111.000 euros, que se ejecutará por fases (la primera, sobre el tramo que conecta con Calvo Sotelo), en un plazo total de tres meses. El siguiente paso en firme se dará en la Plaza del Ayuntamiento, que pasará a ser de uso exclusivo para los peatones a partir de enero de 2026, según confirmó el alcalde, Luis Barcala, en el transcurso del debate sobre el estado de la ciudad, este lunes. Entonces, aseguró que ya se había concluido la redacción del proyecto y que también se habían completado los estudios para redistribuir la circulación, incluido el tránsito de las líneas de autobús que discurren ante el edificio histórico del Ayuntamiento para llegar a la Rambla por Rafael Altamira.
Además, esa apuesta por las restricciones al tráfico rodado se pretende extender en otra de las vías principales que sirve de conexión entre el Centro y los barrios de San Antón y Campoamor: la calle San Vicente. La propuesta también la puso sobre la mesa el mismo primer edil, en el marco del proyecto para conectar los espacios culturales del Adda, la Plaza de Toros y Cigarreras que identificó como 'Nuevo Centro Alicante', aunque todavía no se ha desvelado cuál sería la configuración final de la calle en el momento en el que se acometiese su reurbanización.
Así, está por ver si se permitirá el paso de los autobuses, toda vez que se trata de un eje integrado en los recorridos de hasta nueve líneas del servicio de transporte público (1, 3, 6, 8, 9, 10, 13, 24 y la especial 192) en el que se dispone de carril reservado para la circulación de autobuses y taxis. Por el momento, el equipo de gobierno, del Partido Popular (PP), solo ha avanzado que la Concejalía de Movilidad ya dispone de informes sobre cómo se organizaría la redistribución de los tráficos, sin que se haya definido opciones. Lo cierto es que tampoco se ha anticipado plazos para que pueda ejecutarse esa remodelación, que también alcanzaría, además, al entorno de la Plaza de Santa Teresa y a parte de la Plaza de España, según apuntó Barcala.
Calle de la Amistad y Virgen del Remedio
Sea como fuere, al margen del cierre de la Plaza del Ayuntamiento, habría al menos otras dos actuaciones que tomarán la delantera al proyecto de la calle San Vicente. Se trata, en primer lugar, de la peatonalización de un tramo de la calle La Amistad, en el barrio de San Gabriel, sobre la que ya se ha aprobado el proyecto de remodelación en el tramo comprendido entre la plaza Enrique López Vidal y la Parroquia de San Gabriel. Se trata de una actuación con un presupuesto de 111.427 euros a ejecutar en un plazo de cuatro meses. Eso sí, todavía se debe licitar la contratación de los trabajos, por lo que, como mínimo, las obras no se iniciarán hasta principios de 2026.
La segunda intervención que también permitirá generar nuevos espacios peatonales ya está adjudicada. Se trata de la configuración de dos manzanas de prioridad peatonal previstas en el proyecto de reurbanización de calles de Virgen del Remedio, cuya ejecución queda a cargo de Pavasal con un presupuesto de 3,6 millones y un plazo de realización de ocho meses. Esas obras, que forman parte del proyecto de regeneración arquitectónica del barrio cofinanciado con fondos europeos, se extenderán sobre las avenidas de Pintor Gastón Castelló y Pino Santo, y las calles Villa de Chiva y Ávila.

- Recreación virtual del proyecto de reurbanización en Virgen del Remedio. -
No obstante, sigue en el aire otro paquete de peatonalizaciones que también se ha planteado en los dos últimos mandatos, como la que afectaría a la avenida de la Rambla (que sí se ha ejecutado, al menos, en su confluencia con la Explanada) y de la calle del Teatro, así como la del frente marítimo del Paseo del Puerto, como extensión de la zona peatonal de la misma Explanada, que parece continuar supeditada a la disponibilidad de alternativas para redirigir el tráfico, como la finalización de la Vía Parque. Por lo pronto, los fondos europeos concedidos para favorecer la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), durante el pasado mandato, permitieron la remodelación del Paseo de los Mártires de la Libertad con una primera intervención que perseguía ralentizar la velocidad de la circulación: la instalación de una mediana de separación entre sus cuatro carriles que los estrecha.
En ese marco, también se promovió la reurbanización de los paseos de Gadea y Soto y la de la calle General Marvá, en la que se incluyó el estrechamiento de carriles y la ampliación de las aceras, sin llegar a eliminar el paso de los vehículos. Y esa estrategia se mantuvo en otras actuaciones también financiadas con fondos europeos, a través del IDAE, en la calle Marqués de Molins y en la calle Sevilla, por ejemplo.