ALICANTE. Ahora sí. El equipo de gobierno de Alicante, del Partido Popular (PP), desbloquea la tramitación de las Zonas Acústicas Saturadas (ZAS) que quedaron aprobadas de forma provisional el pasado mes de febrero con la implantación de la plena eficacia de esa figura en el barrio del Casco Antiguo. Su entrada en vigor debe producirse este mes de octubre, según ha señalado el vicealcalde, edil de Medio Ambiente y coportavoz del equipo de gobierno, Manuel Villar, este martes, en la comparecencia semanal en la que se informa de los acuerdos alcanzados en Junta Local.
La aplicación de esa medida supone la implantación de límites al funcionamiento de la actividad del ocio y la hostelería, después de que se haya cerrado el proceso de análisis de las alegaciones presentadas a la propuesta que quedó aprobada en Junta de Gobierno hace cerca de siete meses. No obstante, la situación quedará demorada por lo que respecta a las calles del Centro Tradicional, para las que también se abordó la medida. En principio, según ha señalado Villar, su aplicación podría retrasarse algunas semanas más, sin llegar a concretar la fecha definitiva de su implantación.
¿Qué contenido específico llegará a tener ese instrumento de control del ruido en el caso del Casco Antiguo? Por lo pronto, Villar solo ha indicado que "no habrá grandes sorpresas" respecto a la propuesta planteada de partida, con lo que se augura que se habría producido la confirmación de la propuesta municipal, sin tener en cuenta la mayor parte de las aportaciones formuladas por residentes y empresarios del sector de la hostelería.
De este modo, la ZAS del Casco Antiguo se extenderá sobre la Plaza Quijano y en las calles Virgen de Belén, San Agustín y Montegón. De acuerdo con la propuesta inicial, aprobada en febrero, comprende la suspensión de la concesión de nuevas licencias de apertura para locales con ambientación musical, a la limitación de la superficie destinada a la instalación de veladores (terrazas) y al refuerzo del control policial para velar por el cumplimiento de los horarios autorizados. Un dispositivo que, además, también estará enfocado a la disolución de aglomeraciones de personas en el entorno de los establecimientos una vez que se produzca su cierre.
Además, la ZAS facultará al ayuntamiento a acordar el cierre de locales que no cumplan las condiciones de las licencias por las que se produjo la autorización de su funcionamiento, previa concesión de un plazo de audiencia para la formulación de las correspondientes alegaciones. Al tiempo, en ese paquete de actuaciones de control se incluye de forma expresa el recorte horario en el funcionamiento de los establecimientos. Así, con carácter general, la propuesta inicial de la ZAS preveía que los establecimientos hosteleros deban cerrar a las 00:30 horas, de domingo a jueves, y a la 1:00 los viernes y sábados, en sintonía con el horario de actividad de las terrazas hosteleras introducido a través de la Ordenanza de Ocupación de Vía Pública para el conjunto del término municipal. Esa regulación será de aplicación para cafés, casinos, salones recreativos, pubs y caraokes, salones de banquetes, restaurantes, bares y cafeterías, entre otros establecimientos inclidos en el Catálogo de Espectáculos Públicos, Actividades Recreativas, Actividades Socioculturales y Establecimientos Públicos.
En el caso de las discotecas, el horario de funcionamiento se alargará hasta la 1:00 horas de domingo a jueves y hasta las 3:00 los viernes y sábados. De ese horario marco general, se exceptúan los periodos asociados a festividades como les Fogueres o los días centrales de las celebraciones navideñas, para los que se dictarán decretos de horarios especiales. Además, la ZAS extenderá sus efectos sobre las denominadas "tiendas de conveniencia" y los establecimientos destinados a venta de pastelería y repostería, pan, platos preparados, comidas para llevar, prensa o bebidas, entre otros, que no podrán permanecer abiertos al público en la franja horaria comprendida entre las 00:30 horas y las 7:00 horas.