ALICANTE. Casa Mediterráneo echa raíces en la antigua estación de Benalúa de Alicante. El Ministerio de Transportes, a través de Adif, garantiza la continuidad de la institución diplomática en ese edificio histórico tras concertar un acuerdo de alquiler por treinta años de duración, que sustituye al acuerdo de cesión de uso que amparaba su permanencia en ese inmueble hasta ahora. El contrato se sustanció justo antes del verano, cerca de cinco meses desde que se iniciasen los contactos al respecto, y permitirá que la entidad adscrita al Ministerio de Asuntos Exteriores mantenga su sede fija en el emplazamiento que la vio nacer en 2009 hasta el año 2055. 

La decisión no es caprichosa. Supone un respaldo indispensable para canalizar los planes de expansión de la propia institución sobre la nave anexa que todavía permanece abandonada y sin uso en la trasera del edificio principal de la antigua estación ferroviaria. De hecho, el acuerdo de arrendamiento concertado ahora con Adif abarca a la totalidad del inmueble, incluida esa nave, sobre la que hasta hace poco más de un año todavía pesaba el contrato de alquiler (por un precio simbólico) concertado por el Ayuntamiento de Alicante. Entonces con la intención de poder convertir ese ala del edificio ferroviario en subsede del Museo del Ferrocarril. El Ayuntamiento renunció a ese proyecto y traspasó el alquiler a Casa Mediterráneo. Sin embargo, también tenía una duración concreta que iba a expirar a corto plazo.

Ahora, con la extensión del tiempo de ocupación del conjunto del inmueble, Casa Mediterráneo logra despejar el camino para poder ejecutar las obras de rehabilitación de esa nave del edificio histórico (empleada originariamente como taller y almacén). Sobre todo, porque solo para su realización y amortización de las obras, la entidad diplomática necesitaba tener la garantía de uso del edificio por un periodo mínimo de cinco años. Así, el contrato de arrendamiento hasta 2055 permite acometer la transformación de esa nave de 625 metros cuadrados para disponer de una sala de actos y un plató provisto de recursos audiovisuales destinados a albergar las actividades que desarrolla la entidad diplomática.

Además, el proyecto comprende también la adecuación del espacio exterior anexo a la parte posterior del edificio de la antigua estación, en el que todavía permanecen instaladas dos vías en desuso. El objetivo de Casa Mediterráno es adecuar ese espacio como zona ajardinada y posicionar dos vagones de modelos antiguos del tren Talgo que tendrían distintos usos. Uno de esos vagones acogería el servicio de cafetería. Y el segundo, quedaría habilitado como sala de reuniones, según precisó el director general de la entidad, Andrés Perelló, a consulta de Alicante Plaza. Con ello, se pretendería mantener el relato histórico del edificio como huella de su uso original. De hecho, el proyecto de recuperación de la nave taller comprende la integración del tramo de vías que también penetran en su interior, de forma que queden visibles por medio de una losa acristalada. A la postre, con la recuperación de ese edificio se ganaría un espacio adicional para la celebración de eventos públicos, al margen del auditorio con capacidad para 800 personas del que ya se dispone en el edificio principal.

¿Cómo se sufragaría el desarrollo de ese proyecto? Casa Mediterráneo ya dispondría de una reserva de 800.000 euros destinados a cubrir el coste de obra. Con todo, todavía se requeriría de otra partida de 600.000 euros adicionales para completar la remodelación, dotarlo de sistemas de climatización y equiparlo, para los que se debe buscar recursos adicionales. En todo caso, se prevé apostar por una actuación a ejecutar por fases, de modo que, como mínimo, pueda afianzarse la estructura de la nave para evitar su deterioro, hasta que se complete el resto de la financiación requerida para completar el proyecto, según concretó Perelló.

Cesión de suelo y retirada de vías

La recuperación de esa parte de la antigua estación podría constituir una avanzadilla con la que poder acondicionar todo su entorno para uso público. Se trata de una cuestión que sigue sujeta a la firma de un convenio de cesión al Ayuntamiento de los terrenos todavía propiedad de Adif en los que permanecen instaladas las vías en desuso que penetraban hasta el barrio de Benalúa. Por lo pronto, la última propuesta de borrador de ese convenio -sobre el que se viene negociando desde el pasado mandato- que habría planteado el ente estatal ya estaría sobre la mesa del Ayuntamiento de Alicante, según precisaron fuentes consultadas, aunque no han trascendido sus condiciones concretas. Y tampoco si el Ayuntamiento estaría dispuesto a asumir ese último planteamiento.

En principio, a través de ese acuerdo se debería establecer posibles compensaciones en cesión de suelo o de derechos de edificabilidad para que Adif ponga a disposición de la ciudad una bolsa de cerca de 59.261 metros cuadrados comprendida entre el Barranco de las Ovejas y la trasera del edificio de la antigua estación de Murcia. Desde que se propuso la primera propuesta de convenio, en el año 2022, se planteó que, a cambio de esos terrenos, el brazo ejecutor de las infraestructuras ferroviarias del Ministerio de Transportes percibiría una parcela de cerca de 25.000 metros cuadrados de techo edificable situado en el entorno del mismo sector, en la que tendría cabida la construcción de cinco edificios. En aquel momento, se planteó que esa edificabilidad quedaría concentrada a la altura de la intersección entre el trazado de la avenida de Elche y la calle México.