ALICANTE. El bipartito de Alicante (PP y Cs) anunció este lunes un primer paso para despejar el futuro de las harineras de Benalúa y la reurbanización de su entorno, en el que se prevé la construcción de unas 143 viviendas tras la marcha de las dos empresas al polígono Riodel de Mutxamel. Se trata del desbloqueo del Programa Actuación Integrada (PAI) de la Unidad de Ejecución número 2 del Plan Parcial de Benalúa, pendiente desde la firma del convenio urbanístico firmado en 2003 entre el Ayuntamiento y las empresas harineras, que se prevé elevar a pleno para su aprobación en la sesión correspondiente al mes de abril, el próximo día 29 (el día 22 se producirá su votación previa en comisión informativa) 18 años después.
Fuentes del equipo de gobierno precisaron que, de prosperar, en dicho acuerdo ya se delimita que los edificios de las dos históricas fábricas (al menos, la parte que los técnicos de la Concejalía de Urbanismo consideren que merece conservarse por su valor arquitectónico) pasarán a ser de titularidad municipal, al quedar adscritos a los aprovechamientos urbanísticos que corresponden a la administración en el momento en el que se aprueba la reparcelación del sector. En esta línea, portavoces oficiales del bipartito concretaron, a través del mismo comunicado, que "en 2019 se presentó la primera versión del programa y tras su exposición pública, se recogieron más de veinte alegaciones, en su mayoría relacionadas con la conservación de los inmuebles, dado el valor arquitectónico de los mismos".
Así, se añade que "ambos edificios son obra del reconocido arquitecto Miguel López González, constituyendo destacados ejemplos racionalistas de la escasa arquitectura de carácter industrial de la ciudad de Alicante. En este sentido, se descarta el derribo total de los edificios, ya que supondría una agresión al patrimonio arquitectónico de la ciudad".
¿Cuál será su destino una vez que puedan pasar a manos públicas? La pretensión de PP y Cs es que esos inmuebles puedan rehabilitarse y acondicionarse para tener un uso público múltiple. En principio, se prevé que puedan albergar dependencias administrativas, con el consiguiente ahorro en alquileres para las arcas municipales, según defendieron portavoces oficiales de la Concejalía de Urbanismo, a través de un comunicado. Y, además, también se pretende que puedan acondicionarse para acoger otros usos culturales o deportivos por definir. Según las fuentes consultadas, hasta ahora se ha especulado con la posiblidad de que se habiliten pistas de padel, entre otras instalaciones de otras disciplinas deportivas, además de un rocódromo. Eso sí, queda definitivamente descartada la posibilidad de que los dos inmuebles puedan quedar adscritos a la construcción de un centro de congresos: una de las opciones que PP y Cs venía barajando desde finales de 2019. Esos planes, que se llegaron a exponer tras el debate sobre el estado de Alicante, hace dos años, quedan enterrados, ya que requerían de la compra de los terrenos de toda la Unidad de Ejecución, en una operación en la que el Ayuntamiento de Alicante habría tenido que asumir un desembolso próximo a los 9 millones de euros. Eliminada esa hipótesis, el Ayuntamiento seguiría sopesando otras alternativas para ubicar ese centro de congresos, pero no en la parcela ocupada actualmente por las harineras. De hecho, en 2019 también se sopesó la posibilidad de ubicar esa infraestructura en los terrenos anexos a Casa Mediterráneo.