ALICANTE.-En el año 1994 se instalaba, en la céntrica Avenida de Aguilera del barrio de Benalúa de Alicante, la que entonces se conocía como Oficina de Armonización del Mercado Interior (OAMI), en el que fue su primer domicilio en la ciudad, antes de trasladarse, en el año 1999, a su primera casa frente al mar. Casa que ha ido creciendo con los años, en paralelo a la consolidación de la institución como una de las más importantes de su ámbito en el mundo.
A finales de 2017, la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo) inauguraba su segunda fase de ampliación, con un tercer edificio que cierra arquitectónicamente su estructura, 15.300 metros cuadrados de edificio inteligente y sostenible, calificado como «excelente» por la organización internacional de certificación Breeam, que acogerá, como actividades principales, el Observatorio y la Academia de la Euipo, encargados, respectivamente, del análisis y la difusión de datos relevantes, objetivos y fiables sobre el valor de la propiedad industrial e intelectual y el impacto de las infracciones que sobre ellas se producen, y de la formación y desarrollo de su personal, así como de los diferentes actores sociales involucrados en la actividad de la Propiedad Industrial.
Instalaciones, herramientas, formación, implicación en el tejido social y económico de la zona, todo esto no sería posible sin la presencia del grupo humano que llena estos edificios, que transita entre sus pasillos diáfanos, que trabaja en un ambiente bastante alejado de los estándares identificados con la burocracia. Espacios abiertos y luminosos donde veintiocho nacionalidades diferentes generan sinergias internas y externas, se comunican en los idiomas de trabajo de la institución —español, alemán, inglés, francés e italiano—, pero, por encima de todo, y con la base de un trabajo técnico de alta responsabilidad, viven sus vidas en una ciudad de acogida que no siempre ha entendido sus necesidades.
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«Las limitaciones de la Oficina, relacionadas con su implicación en la vida social y cultural de la ciudad, se encuentran en su propia naturaleza», explica Luis Berenguer, director de comunicación de la Euipo. «Somos administración, pero no una administración general, sino técnica. Esto quiere decir que tenemos un objetivo muy claro: registro de marcas y diseños, promoción de la propiedad industrial e intelectual, concienciación de su importancia, lo que nos lleva a ser muy activos en todo lo que se encuentra dentro de este ámbito. Colaboramos con la Cámara de Comercio, por ejemplo, porque son un colectivo de usuarios que están vinculados con nuestra actividad, pero no podríamos aportar dinero para financiar, por ejemplo, el carril bici que comunica la ciudad con Aguamarga, aunque sea una de nuestras reivindicaciones, porque no forma parte de nuestros objetivos. Eso sí, en tanto que nos afanamos para reforzar nuestra relación con la ciudad, dentro de estas competencias intentamos ser lo más activos posible, con resultados como que el año pasado nos visitaron cerca de dos mil escolares, porque esto, la formación y la concienciación en propiedad industrial e intelectual en la Unión Europea, de la que somos representantes, sí forma parte de nuestra labor».
(Lea el artículo completo en el número de marzo de la revista Plaza)