VALÈNCIA. El Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) encara un 2021 de profundos cambios, aunque el resultado todavía no sea perceptible. Se trata del primer curso natural bajo la batuta de su nueva directora, Nuria Enguita, que llegó al museo en septiembre y que ahora se enfrenta al reto mayúsculo de avanzar en su proyecto en un contexto de inestabilidad global. Prueba de ello es que el próximo año estará condicionado, en parte, por aquellos proyectos que han tenido que ser reajustados a causa de la crisis sanitaria. Entretanto, una de savia nueva, un museo que en los próximos meses se ocupará especialmente de abrir sus puertas a talentos del arte contemporáneo como Guillermo Ros o Lola Lasurt y de impulsar un proyecto específico de apoyo y seguimiento al arte joven. “Es una año de transición, pero las transiciones son interesantes”, recalcó Enguita durante la presentación del nuevo calendario expositivo, acto en el que estuvo acompañada por la secretaria autonómica de Cultura, Raquel Tamarit. Incidió la directora en que se enfrenta a una transición natural, no tanto a una ruptura con respecto a los proyectos iniciados bajo el mandato de José Miguel G. Cortés, que asumirá el nuevo equipo.
De hecho, uno de los platos fuertes de la temporada es el ejemplo de ese puente entre ambas direcciones. Comisariada por el exdirector, este año se llevará a cabo la muestra sobre la artista de origen palestino Mona Hatoum, que fue galardonada por el museo con el Premio Julio González 2020, una firma con una fuerte carga política aunque sin abandonar la poesía en su obra. “Es una artista que, como muchas mujeres, no solo de esa parte del mundo, han tenido que luchar muy fuerte para estar en primera línea del arte contemporáneo”, recalcó Enguita. A través de su obra retará al público a cuestionarse el mundo en el que vive y pondrá negro sobre blanco las contradicciones y complejidades de nuestra sociedad. Otra de las principales propuestas del IVAM será la del minimalismo emocional de Absalon, un artista “muy desconocido pero muy importante en el relato de la segunda vanguardia en Europa”, recalcó la directora. Esta muestra, además, será una de las pocas coproducciones internacionales del curso, con el Museo de Arte Contemporáneo de Burdeos, una cuenta pendiente del centro a medio plazo. “Estamos trabajando para el programa del 2022”, apuntó Enguita preguntada al respecto por Culturplaza. “Me consta que, por su trayectoria, Nuria tiene contactos con instituciones de todo el mundo, no solo de Europa. Hay contactos, pero avanzarnos sería un poco imprudente”, añadió Tamarit, que también apuntó a un medio plazo para ver el resultado del trabajo que se está realizando en materia de internacionalización.