ALICANTE. El incremento en el ritmo de contagios de coronavirus registrado a lo largo de la última semana obliga al Ayuntamiento de Alicante a adoptar medidas extraordinarias para velar por el cumplimiento de los protocolos de prevención durante la celebración de la Nochevieja. Así, el alcalde, el popular Luis Barcala, ha dado a conocer este martes el operativo especial diseñado por el área de Seguridad en el que se contempla un refuerzo en la vigilancia en cuatro puntos esenciales en los que se concentra fundamentalmente la hostelería y el ocio: el entorno de la calle Castaños y las avenidas de Costa Blanca, Países Escandinavos y de Locutor Vicente Hipólito, en Playa de San Juan, al margen de la Plaza del Mercado Central.
En ese operativo, según ha recalcado Barcala, participarán entre 250 y 300 personas entre voluntarios de Protección Civil y agentes de la Policía Local, en coordinación con la Policía Nacional y la Guardia Civil. E incluirá medidas especiales como el cierre perimetral de las calles del área de Castaños, con control de accesos en puntos específicos, para controlar aforos y evitar grandes concentraciones.
En primer término, el primer edil ha anunciado que el equipo de Gobierno ha decidido "declarar el día 31 como de 'Alto Riesgo' ante el temor de que las celebraciones por el fin de año, un año lleno de noticias malas por la pandemia, puedan ocasionar una ola de posibles contagios de coronavirus". En esta línea, ha apelado "a la responsabilidad de todos y cada uno de nosotros. Muchos de los contagios se producen en viviendas en el entorno familiar y en encuentros sociales. Para ello insistimos en pedir prudencia porque el virus está ahí y las cifras de muertos en nuestro país son muy preocupantes".
Así, ha añadido que, ante la evolución negativa de los datos de la pandemia en la Comunidad Valenciana y ante el previsible incremento de la actividad social el último día de 2020, se ha decidido "adoptar medidas excepcionales para el día 31. Dado que el toque de queda ha quedado establecido para las 24:00 horas, hemos establecido un operativo para ese día entre las 10:00 horas y las 24:00 horas en el que participarán cerca de 300 personas entre miembros de la Policía Local y voluntarios de Protección Civil".
El operativo incluye controles de alcoholemia aleatorios y vigilancia frente a las fiestas privadas en viviendas de las partidas rurales
El operativo se va a desarrollar a través de tres planes de choque que serán coordinados por la Concejalía de Seguridad. En primer lugar, se ha decidido activar un "Plan antibotellón y alcoholemia", que conlleva el incremento del control en distintas zonas de la ciudad para evitar el botellón, así como el establecimiento de controles de alcoholemia en puntos estratégicos y aleatorios distribuidos por toda la ciudad, "con especial incidencia en los accesos a Alicante y en la zona de la playa de San Juan".
En segundo lugar, el mismo día 31 de diciembre se desplegará un Plan de Control de Fiestas, que pondrá el acento en las viviendas de las partidas rurales, "al haberse detectado la convocatoria de celebraciones especialmente en el extrarradio de la ciudad". "Ya hemos apelado a la responsabilidad, pero aquellos que no sean responsables deben saber que las fuerzas de seguridad van a patrullar por zonas donde hay viviendas diseminadas para comprobar que no se producen celebraciones con más personas de las permitidas", ha añadido. Para la vigilancia y control de estas fiestas se ha solicitado la colaboración de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, según ha subrayado el primer edil.
En tercer lugar, el operativo especial incluye un Plan de Control de Aglomeraciones en las principales zonas de ocio. Esta actuación hará especial hincapié en las zonas de Castaños, el Barrio y la playa de San Juan. En cuanto a la zona de Castaños, el plan prevé "un control policial de accesos, con delimitación de de entradas y salidas, de tal modo que no se sobrepase el aforo ni se produzcan aglomeraciones". A esta zona habitual de tardeo se podrá acceder el 31 de diciembre por el control en la zona de la calle del Teatro y en la calle Bailén, mientras que las salidas se situarán en la calle Gerona y en la calle Bazán.
El primer edil no ha llegado a concretar cuál sería el aforo máximo permitido en ese perímetro de calles, aunque sí ha apuntado que los agentes cerrarán temporalmente los accesos hasta que se despejen las aglomeraciones que hayan podido formarse, después de informar a los clientes de los establecimientos de que no pueden concentrarse en el entorno de esos locales, así como en zonas de paso.
Así, se ha limitado a apuntar que ese control de aforo se ajustará a las medidas ya autorizadas por lo que respecta a la afluencia de personas permitida tanto en el interior de los establecimientos (un tercio de sus plazas) así como en sus respectivas terrazas (el 50% de ocupación), por lo que, según ha indicado, no supondrá ninguna afección para el funcionamiento de la hostelería. "De lo que se trata es de evitar la formación de corrillos o concentraciones de personas en el entorno de los restaurantes y locales de ocio, que se reúnen para fumar o para beber en la calle, cuando eso no está permitido", ha enfatizado.
En los otros puntos de la ciudad en los que también se prevé habilitar control de aforos, como el Barrio y la Playa de San Juan, habrá patrullas desplazándose para vigilar que en todo momento se se cumplan las normas anticovid para evitar grandes afluencias y concentraciones de personas en zonas de paso, aunque, según ha explicado Barcala, "resultaría absurdo que se tratase de vallar esas zonas cuando se trata de zonas mucho más extensas".
En todo caso, el alcalde ha señalado, tras presentar el dispositivo, que "no me cansaré de apelar a la responsabilidad de todos, porque si no lo somos lo pagaremos muy caro. El día 31 los casos se pueden disparar. Intentemos que en Alicante no ocurra. Un día de fiesta sin respetar las recomendaciones sanitarias nos puede salir carísimo y nos puede llevar a nuevas restricciones cuando pasen las fiestas".
Por lo pronto, según ha confirmado tanto el alcalde, como la vicealcaldesa, Mari Carmen Sánchez, y el edil de Seguridad, José Ramón González, se mantiene sin cambios el conjunto de actividades programadas por el ayuntamiento con motivo de las fiestas navideñas, sin que se apliquen ningún tipo de restricciones adicionales a los protocolos de prevención ya existentes en cada una de las atracciones, como el Belén de la Plaza del Ayuntamiento o el mercadillo navideño de la Plaza de Séneca.