ALICANTE. La planificación de inversiones en Alicante vuelve a mirar al calendario y a la calculadora. El equipo de gobierno municipal, del Partido Popular (PP), trata de acelerar el paso para la ejecución de las mejoras en equipamientos e infraestructuras incorporadas en el proyecto de presupuestos de 2024 con la convocatoria anticipada de los concursos necesarios para contratar su realización. Lo hace antes de contar con los fondos que permitirán financiarlas, ya que dependen de la contratación del megapréstamo bancario por un importe de 48 millones con el que se pretende poner en marcha actuaciones que requieran de plazos de obra prolongados.
Lo cierto es que ese crédito todavía no se ha licitado, a pesar de que han transcurrido cerca de dos meses desde que el presupuesto que lo ampara entrase en vigor, ya que antes de que se produjese su contratación debía aprobarse la liquidación del ejercicio económico de 2023. Ese habría sido, según fuentes municipales, uno de los nuevos requisitos introducidos por el Gobierno central este año para que toda administración local pudiese acudir al mercado bancario en busca de crédito.
El informe de liquidación quedó cerrado a finales de abril, tras el visto bueno del departamento de Intervención, cuando pudo conocerse que el remanente municipal (los ahorros arrastrados de otros ejercicios) queda situado ahora en los 133 millones, después de que se lograse ejecutar inversiones por valor de 42,7 millones: el 43,2% de las presupuestadas.
Con ese trámite superado, el pliego del concurso para contratar el préstamo queda ahora a la espera de recibir el beneplácito de Intervención con su informe de fiscalización. En principio, el equipo de gobierno contempla que la convocatoria pueda quedar aprobada en el margen de las dos próximas semanas con la expectativa de que se pueda disponer de adjudicatarios para sus distintos lotes entre quince o veintiún días después al tratarse de un procedimiento relativamente ágil y con plazos reducidos para la presentación de ofertas.
De este modo, la posibilidad de disponer de esos 48 millones llegaría una vez cumplido el primer año desde la celebración de las elecciones municipales de 2023, en el que, prácticamente, solo se ha podido desarrollar las obras arrastradas desde el mandato precedente asociadas a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y al proyecto de la Edusi, como la reurbanización de los paseos de Marvá, Gadea y Soto o la primera fase de la rehabilitación de la Casa de Misericordia.
De ahí que se haya optado por solapar trámites avanzando en la medida de lo posible la convocatoria de los concursos para contratar la ejecución de las primeras fases de las inversiones contempladas en 2024 en el plan plurianual trazado hasta 2027. Entre ellas, figurarían el proyecto de regeneración de la Playa de La Almadraba, ya licitado por un presupuesto de 5,7 millones o la segunda fase de la remodelación de la avenida de Niza, también en fase de presentación de ofertas por 4,5 millones; la ampliación del cementerio, por 5 millones, ya preadjudicada por 3,3; o la construcción del nuevo pabellón de Tómbola, a concurso por 5,5 millones, y también preconcertada.
Se trata de una fórmula autorizada por Intervención (siempre que no se formalice la suscripción de los contratos -y, por tanto, sin comprometer el gasto- hasta que no se disponga de fondos para financiarlos) para poder acelerar el inicio de los trabajos en el momento en el que se cierren los procedimientos de contratación ahora en curso, que se estima que podría coincidir con el momento de concesión del préstamo.