Vista de la fábrica de Harinas Cloquell y de las parcelas de la Unidad de Ejecución Número 1 de Benalúa Sur. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. Alicante cierra el proyecto de reparcelación de la segunda unidad de ejecución de Benalúa Sur y se compromete a asumir el pago de más de 1,4 millones (1.441.559 euros, cuando hasta ahora se había estimado una cifra de un millón) como fórmula de compensación por los derechos de edificabilidad que corresponden a la sociedad Harinas Bufort con el desarrollo del Plan Parcial aprobado en 2003. Se trata del precio tasado por las 2.388 unidades de aprovechamiento que le correspondían a dicha sociedad en el momento en que se produjese la reurbanización del sector (a razón de un valor de 603,60 euros), en el que se daba cabida inicialmente a la construcción de unas 145 viviendas tras las demolición de las históricas fábricas de Harinas Bufort y Harinas Cloquell.
Ese derribo ya no se contempla. Al menos, no en la totalidad de los edificios de las dos industrias. Como informó este diario, el equipo de gobierno (el bipartito compuesto por Partido Popular y Ciudadanos) alcanzó e pasado mes de abril un acuerdo con los propietarios de las dos compañías, a través de la Concejalía de Urbanismo, por el que se garantizaba la protección de parte de los inmuebles que conforman las fábricas (aquellos que se considere que tienen un mayor valor patrimonial y arquitectónico como muestra de la arquitectura industrial de la ciudad).
En virtud de ese acuerdo, esos inmuebles se convertirían en edificios de titularidad municipal, a los que se pretende dar un uso público. Básicamente, como sede de dependencias administrativas, además de como emplazamiento para el desarrollo de actividades ligadas a la cultura y al deporte, todavía por definir. De hecho, como informó este diario, ahora se trata de concretar qué usos específicos podrían tener encaje, tras girar una visita de inspección técnica para conocer in situ sus dimensiones y su distribución de manera directa.
La reparcelación aprobada por el bipartito rechaza cinco de las seis alegaciones presentadas y posterga la definición de la parte de los edificios de las fábricas a conservar al trámite de la modificación del planeamiento del Plan Parcial
La adquisición de esos edificios se producía, en primer término, a través de la cesión de suelo que correspondía a la administración con la ejecución de las obras de urbanización. No obstante, la superficie de terrenos ocupados por las fábricas a ceder al ayuntamiento se amplía ahora mediante esa fórmula de compra de los derechos de edificabilidad de Harinas Bufort, que queda reflejada en la cuenta de liquidación del proyecto de reparcelación, en respuesta a la alegación presentada en ese sentido por la propia empresa.
Eso sí, esa objeción es la única que queda incorporada en la propuesta aprobada en Junta de Gobierno este martes. Las cinco alegaciones restantes presentadas por las harineras y por particulares quedan desestimadas. Entre ellas, la que atañe a la reconfiguración del planeamiento del sector, presentada por los titulares de Harinas Cloquell y Bufort Urbana, por la que se solicitaba que se reasignasen los coeficientes de edificabilidad aplicados a cada parcela del sector, a la vista del cambio que supone la conservación de parte de los edificios de las fábricas. En este sentido, la solicitud queda desestimada, de modo que se aplaza la definición del número de viviendas a construir, su posible incremento y su redistribución concreta en el resto del ámbito del Plan Parcial no ocupado por los edificios de las fábricas a conservar al momento en el que se promueva la modificación de la ordenación pormenorizada del sector.
De igual modo, en el proyecto de reparcelación aprobado en Junta Local se rechazan las objeciones presentadas por particulares (entre ellos, las del exedil de Urbanismo por Guanyar, Miguel Ángel Pavón, o las de los arquitectos Javier García-Solera y Rubén Bodewig) por las que, a grandes rasgos, se solicitaba que se definiese la parte de los elementos de las dos fábricas a conservar mediante la elaboración de un estudio de detalle. Y que, al tiempo, se acordase la inclusión de una ficha específica en el catálogo de protecciones de la ciudad. Al respecto, también se determina que esa delimitación también queda aplazada al momento en el que se tramite la modificación del planeamiento.
