El acceso al recinto empresarial de Mercalicante, junto a la carretera de Ocaña. Foto: RAFA MOLINA ALICANTE. Mercalicante afronta su expansión. El Ayuntamiento de Alicante y la propia empresa mixta ahora 100% de titularidad pública -participada por el Ministerio de Agricultura, a través de Mercasa, y por el propio Ayuntamiento- han cerrado el diseño de la planificación en la que venían trabajando en los últimos cuatro años con una propuesta con la que se aspira a ganar 78.000 metros cuadrados de superficie adicional, según se puso de manifiesto en la reunión del consejo de administración celebrado este viernes.
Con ese planteamiento, Mercalicante crecería un 57% respecto a su extensión actual, de 158.000 metros, lo que permitiría dar cobertura a la demanda de empresas interesadas en posicionarse en las instalaciones del clúster, que se ha venido manifestando con especial intensidad desde el estallido de la crisis sanitaria de la covid-19, cuando se constató la efectividad de su funcionamiento como centro esencial para la distribución alimentaria.
En la actualidad, esa demanda no puede ser atendida en la medida en que el clúster se encuentra por encima del 88% en ocupación media, de modo que no existirían parcelas ni naves de gran tamaño disponibles. Máxime si se tiene en cuenta que el recinto del mercado se encuentra al 100%; las naves, al 85%, y las oficinas, al 90%, según precisaron fuentes consultadas.
De ahí que se haya abierto las primeras negociaciones con el propósito de adquirir terrenos en los que poder canalizar su crecimiento como actuación estratégica de futuro, que permita optimizar su emplazamiento junto a grandes nudos de comunicación como la A-7 y la A-31, lo que favorece la rapidez en los desplazamientos y convierte a Mercalicante en un espacio idóneo para instalar centros de reparto de última milla.
Eso sí, las posibilidades de esa expansión quedan limitadas a la existencia de parcelas libres en el entorno próximo del recinto actual. De ahí que se haya entablado contacto con la empresa propietaria de los suelos situados justo junto a los límites de su recinto actual. Se trata de, Dosval, vinculada a la familia Gómez Trenor -propietaria de otras parcelas en el mismo ámbito de la carretera de Ocaña- con la que ya se habría tratado de explorar posibilidades de un acuerdo de adquisición sobre la totalidad o gran parte de las ocho fincas que se sitúan en ese entorno, según precisaron fuentes consultadas.
Por el momento, esas conversaciones no habrían permitido alcanzar un concierto ante la disparidad de precios planteada para que pudiese cerrarse la operación. Las mismas fuentes indicaron que la cifra global planteada por la compañía, y la detallada en el informe de tasación encargado por Mercalicante a una entidad estatal pública especializada (la Sociedad Mercantil Estatal de Gestión Inmobiliario de Patrimonio, Segipsa) se distanciaría en alrededor de 8 millones, después de los últimos ajustes planteados en esa valoración.
Por lo pronto, la voluntad de Mercalicante sería la de seguir intentando la vía de la negociación hasta cerrar un acuerdo económico definitivo. Con todo, según fuentes consultadas, en el caso de que no se alcanzase un entendimiento, podría optarse por la vía del procedimiento de expropiación, en el supuesto de que se valorase su conveniencia y oportunidad.
