ALICANTE. El segundo debate del ForoAP sobre gastronomía ha arrancado con la cuestión del perfil de turista gastronómico actual. ¿Alicante es un destino marcado como favorito en el mapa de los más sibaritas? La respuesta, de nuevo, despierta unanimidad: absolutamente sí. “El turismo gastronómico potencia otros tipos de turismo”. Ha sido lo ha remarcado el profesor de Análisis Geográfico Regional, Josep Antoni Ivars Baidal, participante de la segunda mesa, quien ha insistido en la necesidad de cuidar el que ha denominado “ecosistema gastronómico”. Y ha destacado, junto al resto de ponentes, el hito que significa el nombramiento de Dénia como Ciudad Creativa de Gastronomía por la Unesco.
¿Qué hacer para que el producto de la tierra tenga más presencia y promoción?
Por su parte, Nuria Montes, secretaria general de la Asociación Empresarial Hotelera de Benidorm y Costa Blanca (HOSBEC), ha recordado que la gastronomía ayuda a“desestacionalizar” al turismo a la hora de llenar los hoteles a lo largo de todo el año. Ha destacado la apuesta que hace todo el sector por la gastronomía, con establecimientos que sirven comida para más de mil personas en un día y que ello provocado una dedicación absoluta. Además, ha anunciado que Hosbec pondrá en marcha un plan de prevención de desperdicio alimentario" para evitar que se malgaste comida.
Al respecto, José Juan Castelló, copropietario del grupo Gastronou (Piripi, Nou Manolín), ha recordado, no obstante, que Alicante es joven en este aspecto: “Nos convertimos en líderes a nivel nacional y mundial hace tan solo cinco años (…) Estamos a la vanguardia en barras, tapas y arroces”. Castelló atribuye ese punto de inflexión a la llegada de turistas escandinavos, rusos e ingleses en la ciudad en los últimos años, que generan mucho impacto económico en la restauración, y que vienen atraídos, además del buen clima y servicio, por la oferta de vuelos del aeropuerto
Por el contrario, Antonio Pérez Planelles, propietario del restaurante Dársena y presidente de la Asociación de Restaurantes de Alicante (ARA), ha asegurado que Alicante es destino turístico gastronómico “desde siempre”, aunque ha resaltado el importante papel de las redes sociales en la actualidad para impulsar todavía más a la ciudad. No obstante, ha lamentado que el sector hostelero no disponga de datos sobre su propio funcionamiento, pese a que generan mucho tránsito y son, en determinadas ocasiones, verdaderas oficinas de turismo para los visitantes. "No hay datos a día de hoy que indiquen cómo funcionan los restaurantes de Alicante", a diferencia de lo que pasa con los hoteles.
El director de Turismo Costa Blanca, José Francisco Mancebo, ha sido otro de los participantes en la segunda mesa de debate. Ha recordado la necesidad de mirarse adentro y hacer una “autocrítica”: “La existencia de tanta variedad en los productos alicantinos, lo cual es, a la vez, estupendo, dificulta una vertebración del territorio”. Esta es la causa, explica, de que el producto autóctono no encuentre su sitio en las cartas de los locales de restauración. "Hay que insistir más en la pedagogía de los productos autóctonos", ha dicho.
Durante el segundo encuentro, el análisis por las entrañas de la gastronomía y la marca ‘dieta mediterránea’ ha sacado en claro un objetivo: la creación de un observatorio turístico en Alicante que reconozca el pálpito de los consumidores locales y foráneos.