ALICANTE. Viejo proyecto, nuevo impulso. La Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Alicante da alas a la propuesta trazada durante el pasado mandato para dotar al Castillo de Santa Bárbara de un centro de recepción de visitantes capaz de proporcionar información sobre los valores patrimoniales del baluarte, así como todo tipo de información sobre el conjunto de la oferta turística de la ciudad.
Ese nuevo servicio quedará emplazado en el edificio del centro de educación ambiental habilitado sobre la antigua Casa del Ingeniero Forestal, situada a los pies del Monte Benacantil, en el acceso al Castillo desde la calle Vázquez de Mella, que quedará reformado y reconvertido para quedar adaptado al nuevo uso previsto con una inversión estimada en 1,6 millones.
El primer paso para despejar la ejecución de ese proyecto, alumbrado durante el pasado mandato, debe quedar aprobado en la reunión semanal de la Junta de Gobierno, este martes. Se trata del traspaso de la titularidad del edificio a la Concejalía de Turismo para que sea ese departamento el que se haga cargo de la futura gestión del centro.
El proyecto de adecuación del inmueble para que pueda convertirse en centro de recepción de visitantes quedó incluido en el Plan de Sostenibilidad Turística (PST) validado por el Ministerio de Industria y Turismo en 2022, en el que se contemplaba un total de 14 actuaciones por un importe global de 4,5 millones. En función de ese acuerdo, el ministerio debía aportar 1,5 millones para la realización de ese conjunto de iniciativas, mientras la Generalitat y el Ayuntamiento debían complementar el resto de fondos con sendas sumas complementarias equivalentes.
Como informó este diario, entre las 13 actuaciones restantes incorporadas en ese plan, figuran la adecuación y mejora de una senda en el Benacantil para la conexión peatonal y sostenible desde la calle Virgen del Socorro hasta el Castillo de Santa Bárbara, que se presupuestó con un coste de 1.566.000 euros; o la implantación del servicio de mini bus eléctrico para la subida al Castillo, por otros 180.000 euros.
Además, también se incluía el proyecto de digitalización del baluarte, en el que se colocarán sensores y se emplearán técnicas de Inteligencia Artificial, de realidad aumentada y de información virtual para ofrecer una mejor experiencia al visitante que también propiciarán la recopilación de datos. En este caso, se trataba de una actuación valorada en 150.000 euros. Y es, de hecho, uno de los proyectos en los que ya se trabaja de forma coordinada entre los departamentos de Turismo e Innovación, como también viene informando este diario.
Ese conjunto de iniciativas debía ejecutarse en el periodo comprendido entre 2023 y 2025, según los plazos establecidos en 2022. De ahí que se trate de activar las propuestas viables y prioritarias a las que todavía no se ha dado cumplimiento efectivo con el fin de no perder la asignación de fondos comprometida por el ministerio.
De este modo, el traspaso del edificio a Turismo debería dar alas para que se produzca la próxima licitación de las obras de remodelación sobre el inmueble, en un proyecto en el que, de partida, también se incluía la instalación de una estación del servicio de préstamo de bicicletas eléctricas de alquiler que se pretendía licitar en 2022 a través de la Concejalía de Infraestructuras, al que finalmente no se le ha llegado a dar desarrollo.