ALICANTE. El nudo que mantiene bloqueado el uso de los tres millones inyectados por la Generalitat para convertirse en copropietaria del Teatro Principal de Alicante podría despejarse a corto plazo a través de un pacto entre sus tres dueños. La solución para poder disponer de esos fondos, que ya cuenta con el beneplácito del departamento de Intervención municipal, consiste en acometer una modificación en la escritura de compra firmada hace casi dos años, de modo que se clarifique y se amplíe cuál puede ser el destino de esos fondos.
Hasta ahora, en ese acuerdo por el que la Generalitat se convertía en propietaria del 29% de las acciones del teatro se establecía que los tres millones abonados al Ayuntamiento y al Banco Sabadell a partes iguales (1,5 millones para cada uno) solo podían tener un uso concreto: financiar las obras de rehabilitación del edificio. Así, la propuesta a convenir ahora entre los tres copropietarios consistiría en matizar esa escritura para que los tres millones pudiesen emplearse para un uso genérico más flexible: mejorar las condiciones del Teatro Principal. Es decir, no solo acometer obras, sino también sanear su contabilidad. O lo que es lo mismo, cumplir con la doble finalidad que había marcado la propia Generalitat, desde 2017, cuando anunció su aportación a modo de plan de rescate.
De este modo, el equipo de Gobierno (PP y Cs) trata de cuadrar las voluntades de los tres titulares de la sala para que, en el menor plazo posible, se pueda llevar a cabo esa modificación de las escrituras. Todo parece indicar que será uno de los asuntos a tratar en la próxima reunión del consejo y de la junta del teatro, que se pretende celebrar en la primera quincena de este mes de octubre (siempre que se consiga encajar una fecha definitiva).
Ese primer paso permitiría repartir la responsabilidad de ejecución del resto del acuerdo. ¿De qué modo? Según las fuentes consultadas, con el único sistema de reparto que permite la Ley de Haciendas Locales. El Ayuntamiento usaría los 1,5 millones que recibió de la Generalitat para impulsar y acometer las obras de remodelación del edificio. Por su parte, el Sabadell sería el que debería utilizar sus 1,5 millones para cubrir la deuda histórica de la sala (en torno a 950.000 euros generados a partir de 2010).
Las mismas fuentes incidieron en que el Ayuntamiento no podría usar el rédito de la venta de su parte de las acciones del Principal para saldar deuda, ya que la legislación solo permite derivar esos ingresos a inversiones, por lo que se debería recurrir a los fondos del Sabadell para cubrir los pagos pendientes a proveedores que no se han podido satisfacer a lo largo de los últimos ocho años.