ALICANTE. Las obras de reurbanización de la segunda fase del Paseo de La Explanada se encarrilan a la que debería ser su fase definitiva, tras cerca de cuatro meses de retraso respecto al plazo comprometido inicialmente. De hecho, el equipo de gobierno, el bipartito que conforman Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs) prevé que la obra en sí misma quede completada la próxima semana, de modo que quede completamente diferenciada la zona de tránsito peatonal, los espacios para la instalación de veladores de los negocios hosteleros y la franja habilitada para la configuración del carril bici. Tanto es así que, según fuentes consultadas, ya se contempla la posibilidad de aplicar sanciones a la empresa adjudicataria de las obras (Abaldo) en el caso de que vuelva a producirse un nuevo aplazamiento para la finalización de los trabajos, después de que su duración tuviese que ampliarse hasta mediados del mes de junio por las complicaciones en la ejecución de obras de renovación de la red de Aguas de Alicante.
Las obras se iniciaron a finales de octubre por un precio inicial de 1.207.000 euros. Su plazo de ejecución inicial era de seis meses. Sin embargo, se han prolongado hasta ahora tras la sucesión de varias complicaciones. La última de ellas, tras la ejecución de las obras en la red de alcantarillado, derivaría de los problemas para recibir ciertos suministros necesarios para concluir el equipamiento del espacio. Entre ellos, según fuentes consultadas, figuraría el retraso en la ejecución de las barandillas por la falta de surtido de hierro desencadenada tras la irrupción de la crisis del coronavirus.
Se trata de un problema que ya afectó a la instalación de los pórticos que proporcionan sombra a los veladores, con el consiguiente perjuicio para los propietarios de los establecimientos hosteleros del entorno, que se estaría reproduciendo ahora. De ahí que, según las mismas fuentes, se haya emplazado ya a la empresa adjudicataria a finalizar la obra civil solo a la espera de colocar esas barandillas de separación respecto al espacio central del paseo, toda vez que ya se han acondicionado incluso las jardineras.
En paralelo, la Concejalía de Urbanismo que coordina el edil Adrián Santos Pérez (Ciudadanos) prepara también la apertura parcial del tronco central de la avenida de Padre Esplá: otro de los proyectos de reurbanización impulsados por el bipartito que ha implicado restricciones a la circulación y al tránsito de peatones desde el pasado mes de junio, cuando se dio inicio a las obras.
El proyecto, adjudicado a Grupo Bertolín por 2,3 millones, comprende una completa remodelación de la avenida para primar el espacio peatonal, con la generación de dos nuevas plazas y dar cabida a la implantación del carril bici en la franja central de la avenida. Fuentes municipales indicaron que ya se ha concluido la fase de asfaltado y que se preveía completar el repintado de la señalización horizontal en el margen de una semana con el objetivo de que pudiesen abrirse nuevos espacios para el uso peatonal o, incluso, la posibilidad de que se aborde su reapertura provisional al tráfico mientras se finalizan las obras en la Plaza de la Olivera, pese a que pueda resultar necesario acometer nuevos cierres en momentos posteriores.
De hecho, el equipo de gobierno aprobó el pasado 11 de agosto un modificado del proyecto con el que las obras se encarecieron en un 19,9% (hasta los 2,8 millones) para introducir mejoras en el sistema de drenaje y en la eficiencia energética del alumbrado público, entre otros puntos. Con ese acuerdo, además, se ampliaba el plazo de ejecución de las obras en tres meses adicionales (de nueve a doce).