Control policial a la entrada de Alicante desde València, en una imagen de archivo. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. Llega el momento de la verdad. La provincia de Alicante enfrenta desde este lunes un nuevo proceso de desconfinamiento (desescalada, en la terminología política que ha hecho fortuna con la pandemia), tras experimentar el nivel más alto de restricciones posible sin llegar al encierro domiciliario de marzo: toque de queda a las 22 horas, cierre del comercio a las 18, cierre total de la hostelería, cierre del término municipal en los municipios grandes los fines de semana... El Consell ha diseñado una desescalada prudente, pero que en cualquier caso supone un cambio sustancial respecto a la situación actual, y que llega cuando todos los indicadores epidemiológicos llevan casi un mes a la baja.
Así, en la última semana se han notificado 1.760 nuevos casos de covid-19 en la provincia, según la estadística oficial de la Conselleria de Sanidad. O lo que es lo mismo, un 60% menos que la semana anterior, de forma que se encadenan tres semanas consecutivas con reducciones notables en la cifra de contagios. Esos 1.760 nuevos casos, que suponen 10 contagios por hora, son el mejor dato desde que comenzó el año, y dejan la incidencia acumulada a 14 días en la provincia de Alicante en 116 casos por 100.000 habitantes, según las cifras oficiales de Renave. A 7 días, la incidencia acumulada de la provincia cae a los 33 casos por 100.000, y el índice reproductivo se queda en 0,58 (cabe recordar que la primera desescalada, el paso a la Fase 1 en mayo, se aprobó cuando la 'R' cayó por debajo de 0,9).
Al margen de los nuevos casos, caen también el resto de indicadores. Así, los fallecidos asociados a la pandemia se han reducido esta semana un 30%, aunque comparativamente siguen siendo muy altos respecto al número de casos y hospitalizaciones. En los últimos siete días, la provincia ha registrado 128 defunciones por covid-19, según cifras oficiales, para alcanzar las 2.509 acumuladas desde que comenzó la pandemia. Y si bien este dato supone que en lo que va de 2021, apenas dos meses, ha muerto un 150% más de gente que en todo 2020 por la pandemia, también apunta a una nueva caída en la funesta estadística respecto al anterior punto de control: una víctima cada hora y cuarto.
La presión hospitalaria también se antoja muy alejada de aquella que hizo saltar todas las alarmas y temer lo peor a comienzos de febrero, cuando se endurecieron las restricciones. Este viernes, según las cifras de Sanidad, quedaban 557 personas hospitalizadas en la provincia con síntomas, frente a las 740 de hace una semana. Un descenso del 25%, que ahonda en la tendencia de las últimas semanas en las que las altas han multiplicado varias veces los nuevos positivos. De esas 557 personas, el mejor dato en tres meses, 138 están en la UCI, un 15% menos que la semana anterior (162 personas). A la espera de comprobar cómo influye en estas cifras la desescalada del lunes, Alicante afronta una situación epidemiológica mucho más halagüeña que hace 30 días.
