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Álex Roca, el maratoniano con el 75% de discapacidad que transmite valores (también para los empresarios)

18/09/2024 - 

ALICANTE. Álex Roca Campillo (Barcelona, 1991) es un deportista singular: nació con una discapacidad del 75% del cuerpo, tiene hemiplejía en la parte izquierda del cuerpo, habla con lengua de signos y babea. Pese a ello, ha completado varios maratones, triatlones y un acuatlón. Su capacidad de superación ha servido de ejemplo este martes ante los empresarios que forman parte del Cámara Business Club de Alicante, y han podido oír, de la voz de su mujer, Mari Carme Maza, que es quien traduce su conferencia, cómo ésta lucha no es solo una mera superación de pruebas atléticas, sino una manera de transmitir valores, que bien se puede aplicar en el día a día de la empresa. 

Roca mide 1,90 metros y pesa algo más de 50 kilos. A simple vista cuesta creer que pueda finalizar un medio maratón, y mucho menos, un maratón de 42 kilómetros. Pero lo ha hecho. La semana pasada desfiló en la Fashion Week de Madrid y recientemente se ha sometido a una sesión fotográfica para ser portada de una revista. Por todo ello, Álex Roca se siente un privilegiado. "Cada mañana, cuando me levanto, veo la vida diferente", dice Maza. Roca nació con un herpes en el cerebro, lo que le generó una encefalitis. Los médicos le dijeron que tras los primeros seis días de vida podía o morir o quedarse en estado vegetal. Pero 29 años después, ha superado múltiples barreras, desde la más básica, que es andar, hasta correr y montar en bicicleta, y además en distancias largas, como el maratón o pruebas ciclistas como la Titan Desert. Y todo ello, con dos operaciones en el pie debido a su exagerada curvatura.

Ante casi un centenar de empresarios, Carme Maza, esposa de Álex desde hace dos años, transmite, a lo largo de algo más de una hora larga, todos los obstáculos y valores que se ha encontrado, que ha superado, y que ahora transmite. En primer lugar, Álex se detiene en la competencia. "Las personas somos lo que somos gracias a la competencia", verbaliza Carme. Y la competencia es, a juicio de Álex, la respuesta que dieron sus padres a la situación con la que se toparon con su hijo. "Yo vivía dos en dos mundos; el de casa, con unos padres, volcados conmigo, y el de la calle, donde me sentía como un monstruo cuando salía", rememora.

Y aquí es donde Álex enlaza con otro valor que le ha ayudado a superar barreras: tener y fijarse en los ídolos. Ídolos con valores, que sean referentes. Y cita a su abuelo, José Campillo, que le enseñó a andar con tres años. "Es una cosa que no valoramos, el andar, hasta que no podemos". Álex pudo andar a los tres años. A los 19 años también aprendió a conducir. Recuerda que hasta 5 autoescuelas lo rechazaron, pero al final pudo sacarse el carné. "El examen práctico, a la primera, recuerda". Su abuelo le compró su primer coche. Desde entonces, no ha tenido ningún accidente.

Recuerda de los años de su infancia que fue a un colegio de educación especial, donde aprendió el lenguaje de signos que le permite comunicarse. Pero pronto entendió que él quería ir a un colegio convencional y tener un entorno normalizado, y con amigos. "Ellos también aprendieron la lengua de signos y gracias a ello ahora nos podemos comunicar". También tiene teléfono móvil y se comunica a través de sonidos. De la etapa del colegio especial, recuerda los partidos de fútbol y el poder disfrutar de cada partido. 

Con todo ello, Álex Roca intenta transmitir que el "poder está en nuestras manos". "Si hay voluntad, podemos cambiar a lo que está a nuestro alrededor", verbaliza su esposa. Compañerismo, ídolos y referentes. Aquí el deportista cita a su hermano y a su tío, como otras personas importantes en su proceso vital (además de su mujer, Carme Baza, inseparables desde hace ocho años). Al primero le vio participar en triatlones, lo que le llevó a participar en algunos con todo tipo de singularidades (nada con máscara para que pueda babear y, entonces, utilizó una bicicleta de tres ruedas para poner sostenerse); el segundo le enseño a montar en bicicleta, lo que le permitiría más tarde participar por primera vez en una prueba tan dura como la Titan Desert en el Sahara. "No acabé la primera vez, pero me di cuenta de que debí tener una estrategia y trabajar en equipo". 

Son otros dos valores que Roca pone en valor. "En esta prueba, que no acabé, es la primera vez que oí la palabra fracaso". "Hay fracaso cuando la estrategia no es la adecuada, y para ello hay que tener paciencia". En su opinión, fracaso y aprendizaje van de la mano, y hacen que la vida tenga un éxito relativo. Pero ello, la Titan Desert, fue toda una lección para él. Álex cita a Iniesta como ejemplo de todo un campeón del mundo que también se vio involucrado en una depresión, que posteriormente superó. En la segunda Titan Desert sí que finalizó: "Teníamos estrategia y objetivo común", destaca.

Después de esto, en 2019, se lanzó a correr la primera media maratón. Y lleva 11 completados. Y en 2023, finalizó el primer maratón. Es la primera vez que un atleta con su grado de discapacidad finaliza la carrera de los 42 kilómetros —este verano en París finalizó el segundo". Pese al objetivo logrado, no olvida nunca dos máximas: primero, "siempre hay que tener los pies en el suelo"; y segundo, al final, "el límite te lo pones tú". Esta es su manera de visibilizar su vida y sus valores. Un libro con este titulo, los límites siempre te los pones tú, resume toda esta trayectoria, que le ha permitido llevar a muchas ciudades y países y contar con patrocinadores para mostrar su continua batalla por la superación. Siempre de la mano de Mari Carme Baza, cuya excelente comunicación logra enganchar a cualquier auditorio (con intimidades incluidas). 

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