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LA EMPRESARIA Y promotora musical HA PARTICIPADO EN EL FORO CÁMARA BUSINESS CLUB 

Sandra García-Sanjuán: "Starlite traerá a Alicante a las leyendas de la música"

5/06/2024 - 

ALICANTE. La década de trayectoria que atesora Starlite Occident y la Fundación Starlite en Málaga es el mejor aval para su implantación en Alicante, donde ya han comenzado los conciertos de Plaza Alicante, el ciclo musical bajo el que funcionará la compañía que dirige Sandra García-Sanjuán como presidenta ejecutiva, con sede en la Plaza de Toros de Alicante. “Por aquí pasarán las leyendas de la música; queremos que en dos o tres años no se reconozca esto”, sentenciaba durante su participación como protagonista de la última cita de Cámara Business Club, que se trasladaba a la propia plaza para celebrar este foro impulsado por la Cámara de Comercio de Alicante, con el patrocinio de Carmencita y Ford Movilsa.

El evento se promueve bajo el título Arropando el talento con el fin de acercar a los socios de la entidad el ingenio de las figuras influyentes del ámbito sociocultural y empresarial. “Como empresario, yo me subí a un coche que ya estaba en marcha, pero ella ha creado un monstruo desde la nada”, afirmaba al respecto Jesús Navarro Alberola, CEO de Carmencita, durante la presentación de la invitada. “Una de las españolas más influyentes en el panorama musical del país, dirigiendo una empresa que mueve un volumen de negocio de 315 millones de euros y que genera 38.000 empleos”, destacaba Carlos Baño, presidente de la Cámara de Comercio, quien recordaba una cita de la propia protagonista antes de cederle el turno de palabra. “Todos los días hay que enfrentarse a muchos obstáculos; un empresario no trabaja ocho horas, sino dieciséis, y el techo del obstáculo solo indica el suelo del siguiente”, parafraseaba el presidente de la entidad cameral.

“Un proyecto empresarial es como un niño que, cuanto más crece, puede tener problemas más grandes, pero siempre hay que acompañarle para que llegue a su máximo esplendor, y ese será nuestro legado”, describía la empresaria García-Sanjuán al comenzar su intervención. Y es que la presidenta de Starlite es hija y nieta de empresarios que han creado en ella unos cimientos sobre los que ha construido su fortaleza en este ámbito. “He respirado el mundo empresarial desde niña y eso influye”, sentenciaba, al tiempo que destacaba la importancia de “aportar” y hacer las cosas “con ilusión”, y no solo queriendo acometer una tarea concreta.

“Nosotros siempre hacemos hincapié en que el trabajo no es cumplir una función, sino que también hay que ser consciente de que formas parte de una experiencia para un cliente o usuario”, describía. “Un trabajador puede ser el highlight en la vida de alguien; es muy bonito generar recuerdos”, explicaba desde el plano emocional de su concepción empresarial. Y es que, según explica, no se considera promotora empresarial, sino que buscan “repartir felicidad”, al tiempo que avanzaba que “solo se ve la punta del iceberg de lo que está por venir”. Y sobre esa idea de la felicidad ha basado gran parte de su éxito, según explica.

“La gente se cree que alcanzar la felicidad es difícil o que solo dura un ratito, pero la felicidad también puede ser una decisión y cada obstáculo un aprendizaje”, apuntaba. “Eso tiene que ver con una elección; se puede decidir ser feliz”, sentenciaba. Y es que, según afirma, en ella predominan dos máximas. “Un día decidí que yo solo iba a bailar con quien quería bailar conmigo y no con quien no quería”, destacaba en primer lugar y, en segundo lugar, hablaba del miedo. “Es limitante”, argumentaba, por lo que decidió prescindir de él.


Sin embargo, no todo es un camino de rosas. La idea sobre la que germinó Starlite nació en 2010, en un formato de gala benéfica en colaboración con la fundación de Antonio Banderas. “Hicimos dos galas y pronto vi que el proyecto me requería más de seis meses de preparación al año”, recordaba. En uno de esos momentos en los que el proyecto solidario cogía cuerpo, decidió contar con algunos de los grandísimos artistas con los que había trabajado y envió hasta trece cartas para contar con su presencia en esa gala. Entre los destinatarios estaban Miguel Bosé, Julio iglesias o Raphael. “Todos dijeron que sí, así que tuve que organizar un festival en lugar de una gala”, aseguraba. Un proyecto que acabó costándole tres millones de euros de su bolsillo. “Fue muy difícil; perdimos mucho dinero y tuvimos que barajar la opción de acordar una suspensión de pagos, pero pusimos sobre la mesa los pros y los contras, y mi marido y yo afrontamos esto como un máster”, recordaba la empresaria.

A pesar de las pérdidas, el éxito artístico del proyecto había sido de tal calibre que se habían sucedido los espónsores y los artistas que querían participar en la siguiente cita. “El proyecto es hoy por hoy lo que es porque no nos rendimos, porque los miedos a los obstáculos no nos limitaron”, afirmaba. Y, quizá, porque no dejó de vender glamour en ningún momento. “En mis momentos más complicados iba impecable al palco y ponía mi mejor cara”, recordaba como anécdota. Una experiencia de éxito que ahora quiere trasladar a la ciudad de Alicante. “Hemos estado mucho tiempo pensando la ciudad en la que aterrizar”, confesaba, al tiempo que prometía el mejor cartel. “Esta ciudad es un privilegio y el próximo cartel tendrá a las mejores leyendas de la música nacional e internacional”, insistía.

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