Tienda de Ale-Hop en la calle Atocha, en Madrid. Foto: APALICANTE. La firma alicantina (aunque ahora con sede en Bellreguard) Clave Denia SA, o lo que es lo mismo, la cadena de tiendas de artículos de hogar Ale-Hop, se recuperó de forma notable en 2021, tras un mal año en el ejercicio anterior marcado por el cierre de los comercios durante casi tres meses por la pandemia del covid, a los que siguieron varios meses más con importantes restricciones de aforo y horarios. Con una normalidad ya casi absoluta durante buena parte del año pasado, Ale-Hop 'rebotó' desde los 66 millones de euros que facturó en 2020 hasta los 94 millones que recogen sus cuentas individuales (que no incluyen su negocio en Canarias) para 2021, un 40% más.
Sin embargo, la empresa de la familia Grimalt sigue lejos de sus mejores cifras prepandemia, ya que en 2019 facturó más de 130 millones de euros (140 si se tiene en cuenta el balance consolidado del grupo), de manera que aún queda 'brecha' que cerrar. El beneficio neto del ejercicio también experimentó un importante crecimiento, en este caso sextuplicándose, y pasó de los 1,6 millones de euros de 2020 a los 9,87 millones que recogen las cuentas individuales de Clave Denia para 2021. En todo caso, también muy lejos de los casi 30 millones euros de 2019, cuando Ale-Hop convertía en beneficio prácticamente uno de cada cuatro euros vendidos.
En este sentido, hay que tener en cuenta que el modelo de negocio de Ale-Hop se basa sobre todo en la compra por impulso de los peatones de paso en zonas de paso eminentemente turísticas, aunque recientemente ha ampliado su estrategia buscando también emplazamientos en barrios. Así, aunque sin apenas restricciones durante los meses clave del pasado ejercicio, Ale-Hop sufrió el impacto de la ralentización en el sector turístico internacional, que hasta 2022 no ha vuelto a acercarse a cifras de 2019.
Durante la pandemia y el ejercicio 2021, la empresa tomó varias determinaciones que suponen una importante ruptura con su estrategia hasta el momento. En primer lugar, la apertura de una tienda online a la que hasta entonces se había resistido (por el perfil de sus compradores), pero que aún no da los resultados esperados por la enorme competencia a la que hacen frente en este canal, como reconocía hace poco su consejero y portavoz Darío Grimalt. Y en segundo lugar, iniciando un proceso de internacionalización con la fórmula de la cesión de marca, que los ha llevado a estar presentes, además de España y Portugal (con 40 tiendas franquiciadas), en México y Croacia.
Como factor positivo, Ale-Hop puede presumir de seguir sin recurrir a la financiación bancaria y de crecer exclusivamente a base de reinversión de recursos propios, de forma que está completamente saneada para afrontar situaciones como las que ha atravesado en 2020 y 2021. Durante el pasado año, abrió veinte tiendas más en la Península, por lo que al cierre del ejercicio contaba con 215 rótulos, 153 en propiedad y otros 62 en cesión de marca. Asimismo, tras trasladar su sede central a su nuevo centro logístico en Bellreguard, de 20.000 metros cuadrados, la empresa ha adquirido suelo en Oliva, Tavernes y Gandía, en previsión de futuros crecimientos en su volumen logístico.
