ELCHE. La Conselleria de Agricultura, Ganadería y Pesca ha aprobado la convocatoria para las ayudas a la inclusión de productos de calidad diferenciada de la Comunitat Valenciana en la oferta de los establecimientos de hostelería de toda la comunidad. A estos se añade ahora el dátil ilicitano, junto a otras ya incluidas hace tiempo como la granada mollar de Elche o la uva de la comarca del Vinalopó en calidad de denominaciones de origen.
En este sentido, el Dátil de Elche entra dentro del apartado Productos Marca de Calidad CV, donde hay seis, la mitad tomates, y la otra la carne de cordero Guirro, Aguacate de la Comunitat Valenciana y ahora el producto ilicitano. Por tanto, los establecimientos de hostelería que incluyan en su carta un porcentaje significativo de productos amparados por estas figuras de calidad agroalimentaria autonómicas podrán acogerse a estas ayudas que cuentan con una partida de 200.000 euros. Son 15 días hábiles para solicitar las subvenciones a partir de este martes, tras la publicación el lunes en el boletín autonómico.
Fue el año pasado, en el mes de mayo, cuando el dátil de Elche obtuvo la marca de calidad CV a cargo de la mencionada conselleria. Un espaldarazo para un producto típico local que aún no ha explotado todo su potencial y que con estas pequeñas iniciativas puede ir mejorando su proyección al exterior. Después de un trabajo de tres años de la Asociación de Productores de Dátil de Elche, conseguían esa distinción, creando la asociación adrede, y un año después empiezan a llegar los frutos, ya que la obtención de la marca permite el acceso a subvenciones y participación en ferias gastronómicas.
Cabe resaltar que la marca no solo afecta a la variedad confitera, también para las nuevas, cualquiera que salga de Elche con los requerimientos que exige el distintivo CV. Pero también engloba a Santa Pola y Crevillent. Un logro que también pretendía no solo promocionar el producto, sino estimular la producción de este fruto porque actualmente son pocos productores (una veintena el año pasado). Y viviendo con la paradoja de que sea un elemento tan poco conocido o utilizado a nivel general en el plano gastronómico mientras que el palmeral es Patrimonio de la Humanidad.
Hace unos días el presidente de la asociación, Miguel Ángel Sánchez, recordaba en un acto que además de la variante confitera, junto a otras variedades internacionales como la Medjoul, "el dátil se ha convertido en una seña distintiva de los ilicitanos", destacando del dátil su frescura, textura, color, sabor y aroma únicos. De hecho, aunque el dátil local no pueda competir con precios con otros como los de Túnez, "sí puede hacerlo por calidad", recordaba cuando se presentó la marca.
Variante medjoulAsí pues, aunque es una partida pequeña a nivel autonómico, tota pedra fa pared, que dice el refranero valenciano. Pequeños pasos para seguir poniendo en valor gastronomía local. La marca autonómica otorga singularidad y distinción con respecto a otras variedades, promoviendo una producción íntegra al aire libre, con técnicas de cultivo limpias y exigiendo que no haya frutos inmaduros, pequeños o de textura gomosa, así como deformes o ausentes de hueso naturalmente. También con indicaciones sobre peso, tamaño y trazabilidad. La marca además establece que la recolección se realiza de forma manual, desde septiembre hasta abril, con fertilización con agricultura biológica y control de plagas en los que se primará la lucha con medios biológicos en la medida de lo posible. Mientras tanto, instituciones como la UMH siguen promoviendo el concurso internacional de cocina con dátil de Elche.
