Marcela Fernández. FOTO: Pepe Olivares.ALICANTE. El sistema de formación bonificada se creó en 2004, y hasta ahora, empresas y negocios han podido bonificar su formación voluntaria y obligatoria. Sin embargo, estas bonificaciones que los negocios, pequeñas y medianas empresas recibían por la formación de los empleados han dejado de concederse según informa CEOE y CEPYME.
Marcela Fernández Losada, presidenta de la Asociación de Empresarias, Profesionales y Directivas de la Provincia de Alicante (AEPA), afirma que “estamos preocupados ante este cambio de criterio que podría suponer un golpe financiero para las pymes y empresas que tiene que impartir formación obligatoria a sus empleados y acabaría también con aquellas adicionales que se ofertan en empresas para la formación continua del personal”.
Uno de los temores expresados por AEPA es la posibilidad de que el Ministerio de Trabajo reclame retroactivamente el importe de las bonificaciones otorgadas en el pasado, lo cual podría suponer una carga económica adicional para las empresas: “Muchas pymes y empresas confiaron en este sistema de incentivos para promover la formación de sus trabajadores. Esta incertidumbre en torno a las bonificaciones podría tener un impacto negativo en la planificación financiera y estratégica de las empresas, en particular, las pymes”, ha indicado Fernández.
No obstante, desde AEPA también se muestra confianza en que el Ministerio de Trabajo pueda retomar una dirección que favorezca la estabilidad y la certeza en el sistema de formación bonificada. “Esperamos que se pueda volver a una situación de normalidad en la que las empresas continúen beneficiándose de estas bonificaciones, sin la amenaza de reclamaciones y sanciones posteriores, lo que contribuiría al fortalecimiento del tejido empresarial y a la inversión en el desarrollo de las habilidades de los trabajadores,” concluye Fernández.
