ELCHE. Que Nino es la repera lo sabemos todos y si en Segunda B no lo conocían ahora ya saben de qué es capaz. El máximo goleador de la historia de la Segunda División es un título lo suficientemente importante como para doblegar la rodilla ante él en señal de respeto. Segunda División B se le queda pequeña, es así, lo cual da todavía más importancia al hecho de que tras el descenso a la división de bronce decidiera continuar comandando al equipo ilicitano.
Hizo oídos sordos a importantes ofertas de equipos de Segunda División como el Tenerife, que seguramente este curso volverá a pelear por algo importante, para volver a ser un obrero del fútbol. Dos asistencias y dos goles en el primer partido franjiverde en el Martínez Valero este curso. El público que se citó allí volvió a esbozar una sonrisa después de mucho tiempo y de un sinfín de sinsabores. La grada necesitaba de un partido así y disfrutar de su gran ídolo.
La afición que se dio cita en el feudo franjiverde animó como hacía tiempo que no lo hacía y la media de asistencia prácticamente fue igual a la vivida el curso pasado. Podría ser osado decir después de un 5-1 que este año en el Martínez Valero la gente se lo va a pasar bien, sobre todo cuando los equipos más humildes lo visiten, ya que las enormes dimensiones del campo asfixian a cualquiera. Harina de otro costal serán los filiales y los gallitos. La verdadera cuestión es si el equipo será capaz de mostrarse igual de solvente cuando le toque jugar de fuera de casa.