MADRID (EP). Una parte del 'stock' de pisos terminados y sin vender que se generó cuando en 2008 estalló la 'burbuja' inmobiliaria y comenzó la crisis deberá demolerse, dado que no podrá ser absorbido por el mercado, al no encajar con lo que la demanda de vivienda busca actualmente.
Así lo estima el presidente de la patronal de promotores inmobiliarios APCE, Juan Antonio Gómez-Pintado, que no obstante, aún ve posibilidad de que el mercado asuma una parte de ese parque de vivienda.
"Hay posibilidad de absorber todavía una parte, pero en algún caso habrá que llegar a demoler porque el ciudadano prefiere las promociones nuevas, que tienen medidas medioambientales, que están construidas con otros materiales y que están concebidas de forma distinta a las que se hicieron hace diez años", indica el presidente de los promotores.
Según Gómez-Pintado, el 'stock' se está consumiendo "en determinadas áreas geográficas, pero no en otras", y achaca esta situación a que el desarrollo de esas viviendas "fue planificado por quienes no deben planificarlo, que son los ayuntamientos".
"Las comunidades autónomas son las que tienen que planificar dónde y cómo tienen que crecer las ciudades y los pueblos", asegura el presidente de los promotores en una entrevista con la revista interna del Colegio de Registradores, que recoge Europa Press.
Según datos de Servihabitat, al cierre de 2016 el 'stock' de pisos pendientes aún de vender desde el inicio de la crisis se situará en el entorno de las 388.000 viviendas, si bien bajará un 20% en 2017, hasta las 315.000 unidades. No obstante, se trata de menos de una tercera parte del casi millón de pisos sin vender que se llegó acumular en años anteriores.
La firma de análisis de esta empresa señala la diferente distribución de este remanente de casas por las distintas zonas del territorio español, de forma que mientras que en Madrid ya apenas existe 'stock', en la Comunidad Valenciana es de 228 pisos por cada 10.000 habitantes.
En la entrevista, el presidente de APCE destaca el "antes y después" que ha experimentado el sector de construcción y venta de viviendas, que representa un 6% del PIB nacional, como consecuencia de la crisis. "El sector está tratando de hacer las cosas de manera diferente a como se hicieron en el pasado. Las prácticas del pasado no eran generalizadas, pero ya no tienen cabida", garantizó.
No obstante, estima que las inmobiliarias tienen aún tres retos: ganar tamaño, introducir cambios en la construcción y tomar conciencia medioambiental y de eficiencia energética.
En cuanto a la evolución del mercado, el principal objetivo es que los jóvenes puedan acceder a su primera vivienda, dado que, en la actualidad, el sector "se nutre" de la denominada "demanda de reposición", de aquellos que compraron un piso hace quince o veinte años y ahora buscan uno de mayores dimensiones.
En cuanto a su relación con la Administración, la patronal de los promotores inmobiliarios sólo demanda un "marco jurídico y fiscal estable". "No queremos planes PIVE, ni subvenciones, ni ayudas, sólo seguridad jurídica, normas sean claras, concisas y transparentes para todos", asegura el presidente de APCE, haciendo una comparativa con el sector del automóvil.