'LUCA', primera novela de Miguel ángel vaquer

Un crimen escrito diez años atrás aparece en las librerías para recordar que nada es lo que parece

24/05/2019 - 

ALICANTE. Sin adelantar demasiadas pistas, cuidando el spoiler y tras diez años encerrada en un cajón, a Luca le ha llegado el momento de desempolvar su historia y dejarse conocer por el mundo. No se trata de una persona, sino de un personaje sacado de la ópera prima del escritor alicantino Miguel Ángel Vaquer (Alicante, 1965), un experimentado dramaturgo que -alejado en esta ocasión del teatro- el sábado, 8 de junio, presenta su libro, Luca, en la sede universitaria Ciudad de Alicante. "Es mi primera novela, la cual escribí hace unos diez años. Lo hice por el motivo por el que uno escribe, para divertirse", revela el autor, quien, además, confiesa que ha decidido sacarla ahora a la luz porque las personas que la han leído le "han ido animando a que la edite y la publique".

Sin embargo, no la había recuperado hasta el momento debido a que las condiciones de publicación que le ofrecían no habían sido las esperadas por Vaquer, quien manifiesta que "contactas con algún editor y ¡dios mío, qué mundo! Y así se te quitan las ganas". Fue una compañera de teatro del alicantino la que le recomendó el equipo de editores de Letra de Palo, con quien finalmente el autor ha publicado su novela: "Hablé con ellos y me parecieron gente normal. Me animaron a la autoedición y me ofrecieron condiciones que me agradaron", declara. Y añade que la novela es suya, pero que ellos le "ayudan y acompañan", un apoyo que muchos escritores y escritoras buscan, sin tener que renunciar a sus derechos de autor. "Ahora Luca andará o no andará, ese es su problema no el mío; yo ya la he sacado del cajón", apunta en tono chistoso.

La muerte de un personaje, fruto de un posible asesinato, y un acusado del que intentan demostrar su inocencia podría ajustarse a una sinopsis resumidísima de lo que guarda entre sus páginas esta novela negra, una trama que sirve como "excusa para presentar al personaje. El libro lo que va enseñando es a Luca, que es quien investiga... o no", lanza al aire el autor. Pero este argumento esconde más que una historia detrás, como explica Vaquer, "hay una forma de vida, de estar por encima de lo bueno y de lo malo". La idea de Vaquer de reflejar este estilo de vida también se observa en la contraportada, en la que ha añadido una frase que resume la obra: "Nada es lo que parece", es decir, "no hay cosas buenas ni malas, no importa qué partido tomes, que vayas por lo bueno o con lo malo", explica. Y adelanta que "la novela va un punto más allá. Es muy nihilista".

Novelas negras, historias sobre asesinatos, existen como gotas hay en el mar (al igual que sucede en la mayoría de géneros). Es por ello que buscar el matiz que distingue a un libro del resto supone tanto un reto como una novedad, un soplo de aire fresco cuando se consigue. En el caso de Luca, el autor revela que ha dado "a la novela un toque de universalidad, por lo que no se encuentra situada en ningún sitio en concreto, sino que es inventado, y los nombres de los personajes no son ni anglosajones ni latinos, están mezclados". Una diferencia con el resto de novelas negras "que, habitualmente, se encasillan en un determinado lugar con unas descripciones muy particulares sobre él", argumenta. Por su parte, el escritor pretende que los lectores "pasen un rato divertido" y desea que "alguno se plantee realmente si los personajes se parecen mucho a la realidad o no se asemejan nada".

Pese a que la historia ya suma una década desde el momento de su escritura, el dramaturgo garantiza que el producto publicado no dista mucho del original, ya que no ha necesitado demasiada reescritura ni edición, únicamente "pequeñas pinceladas y alguna que otra corrección de adelantar o atrasar alguna escena". De hecho, comenta que la novela refleja una realidad de la época en que la escribió, "cuando se podía fumar en todos los sitios", un detalle que el editor preguntó si quería retocar y Vaquer rechazó por haber escrito "la novela tal y como se vivía". Por el hecho de tratarse de su primera novela, el alicantino menciona que se encuentra "alucinando" y bromea con que se "caerá de culo" cuando vea los libros y los tenga entre sus manos. Una sensación que recuerda haber experimentado con anterioridad: "Cuando un grupo de teatro de Alcoy representó una de mis obras fue una sensación rarísima. Me chocó estar en un palco del teatro y ver a un montón de gente en el patio de butacas acudiendo a mi obra, aplaudiendo, que la compañía la hubiera estado preparando durante meses, que decían las palabras que yo había escrito... Yo estaba que no sabía ni dónde estaba".

Y es que Vaquer no ha escrito solamente esta novela, sino que también es autor de diversos relatos cortos, piezas de poesía y de hasta una decena de obras de teatro, un género muy preciado para él, quien es, además, cofundador de la compañía Akra Leuka Teatro junto con Santiago Sureda de Lucio, la compañía que fundó Adrián Mazón. "En la novela todo es posible; en el teatro, no", sentencia. "En teatro todo tiene que ocurrir entre tres paredes y todo tiene que ser contado a través del diálogo. Cuando lo trabajas llega un momento en que le coges cariño", comenta divertido. "De hecho, estoy empezando a esbozar las primeras escenas de una continuación de la novela de Luca y me estoy tropezando con que ahora me he acostumbrado a escribir teatro", revela. Y afirma que "son dos códigos o dos formas distintas de contar, hasta cierto punto, la misma historia. Es decir, tienen dos lenguajes diferentes".

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