VALÈNCIA. A finales del año pasado se celebraba la jornada ‘Situación y potencialidades de la Economía azul en la Comunidad Valenciana’. En esta, que contó con la asistencia del consejero de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, declaraba: "En la Comunitat tenemos que aprovechar esta oportunidad para transformar el modelo económico valenciano y para conservar el medio ambiente”. En cuanto a los datos aportados se habló de 276.723 puestos de trabajo que genera el sector en la Comunitat Valenciana, con una preeminencia dentro de la industria turística. Por otro lado, las estimaciones de la Unión Europea calculan un impacto de la economía azul sobre la ocupación de 5,4 millones de puestos de trabajo, teniendo en cuenta todas las actividades económicas que dependen del mar.
Los datos se extraen de un estudio previo realizado en 2017 a instancias de dicha Consejería para analizar la repercusión y potencialidad de la economía azul en la zona. Ello parece reflejar el compromiso de la Administración valenciana con la activación de este sector económico que también la UE considera estratégico. “La salud de los océanos equivale a la salud de las comunidades costeras”, sostiene Karmenu Vella, comisario europeo de Asuntos Marítimos y Pesca.
El problema es que la salud de los océanos empeora a marchas forzadas alentado por el cambio climático y la mano del hombre. Por eso urgen ahora soluciones innovadoras sostenibles y respetuosas que devuelvan la salud a los mares a la vez que permitan seguir aprovechando sus recursos como fuente de riqueza.
Por falta de ideas que no quede, dado el amplio abanico sectorial que se enmarcan dentro de la economía azul, tanto las tradicionales, como la pesca, el turismo o la extracción, como los más innovadores, como la biotecnología azul o las energías renovables.
Entre las que se aferran a las actividades convencionales, como la pesca o el turismo, surgen empresas como la startup valenciana Trip&Feel o la empresa A-02 Velas, en A Coruña. Ambas se separan de lo que venía haciéndose hasta ahora por su perspectiva social y sostenible.
Paco Gracia, nieto y bisnieto de pescadores, es el CEO y fundador de Trip&Feel donde se definen como “una empresa social valenciana nacida en la mar y creada para gente de la mar y su sector pesquero”. Además de operar en la Comunidad Valenciana, la empresa está presente en la isla italiana de Cerdeña. Entre los numerosos objetivos que dicen perseguir destacan: aumentar las posibilidades económicas de pequeñas empresas familiares pesqueras, el desarrollo de proyectos basados en la protección del patrimonio histórico cultural pesquero que potencien acciones de empleo local y acción social, ofrecer una alternativa de ocio al turismo más activa y sostenible y fijar y crear nuevo empleo profesional en el sector primario. Entre sus últimas actividades está la incorporación a la oferta de un turismo accesible e inclusivo en embarcaciones en un viaje experiencial.
En esta última línea se mueve también la solución de A-02 Velas, fundada por Gemma de la Montaña, quien padece una minusvalía visual. Ella dice trabajar para Personas Altamente Sensibles (PAS), poniendo a su disposición la oportunidad de disfrutar del mar y de las actividades náuticas como ella misma viene haciendo desde que tenía 10 años. Para ello ofrece en su velero de 10 metros de eslora jornadas náuticas de 4 u 8 horas por la Ría de Betanzos, donde cualquier persona amante del mar, la naturaleza y la aventura, puede practicar actividades sin barreras. Entre las variadas travesías para elegir se encuentran la de los sentidos, la gastronómica, o con perros de agua, entre otras.
Por cierto que, para aquellos que acostumbran veranear en un barco, Deliveroo ha puesto en marcha este verano un servicio de reparto en moto acuática, incluido Valencia.
También en el aprovechamiento de los desechos del mar han encontrado muchos su valor diferencial y oportunidad de negocio.De Sea2see ya hemos hablado en otras ocasiones. Se trata de una empresa fundada por François van den Abeele, que fabrica y comercializa gafas de sol reciclando redes de pesca y cabos abandonados recogidos por las comunidades de pescadores de las costas Española, reduciendo así la contaminación marina y la pesca fantasma.
Acabar con el plástico de los mares está también entre los objetivos de Indianes, una marca de calzado que utiliza basura del mar y materiales ecológicos apoyándose en una fabricación ética. “Pisando con respeto, andando con conciencia”, es el eslogan de la empresa.
De la Cátedra de Ciencias del Litoral de la Universidad de Málaga, acaba de salir un proyecto denominado Alosio con el que persiguen instalar en las máquinas que limpian las playas filtros selectivos para la eliminación de agregados flotantes marinos.
Alfonso Gago Calderón, uno de los integrantes del equipo de investigación lo cuenta de una forma muy sencilla. Las natas es el nombre popular con el que se conoce en la zona costera de Málaga la especie de espuma que se forma a veces en la superficie de los mares. Hasta ahora se pensaba que su origen era orgánico o era el resultado de vertidos incontrolados, pero este equipo ha averiguado que procede de la arcilla del agua de los ríos que se utiliza para repoblar las playas. Este polvo, en contacto con el agua, es lo que origina las natas.
Para eliminarlas es para lo que han diseñado los filtros que separarían el polvo de la arcilla de la arena de la playa sumándolos a las máquinas de limpieza en el aseo diario. Para cerrar el círculo, la propuesta empresarial de este equipo es alcanzar acuerdos con cementeras de la zona para venderles la arcilla rescatada de las playas. El germen de este proyecto es un contrato OTRI entre la UMA, entes municipales y empresas de gestión de aguas para identificar el origen del efecto de las natas y buscar alternativas de paliación o eliminación.
Las que aquí se recogen son solo unas pocas de las muchas alternativas existentes dentro de la economía azul. De hecho, uno de sus principales precursores, el emprendedor belga Gunter Pauli, ofrece otras 100 iniciativas más en su libro titulado ‘Blue Economy’, donde refiere 100 iniciativas económicas innovadoras que él investigó y que podrían llegar a generar hasta 100 millones de empleos.