VALÈNCIA. El distanciamiento, las medidas de seguridad y la incertidumbre económica son algunos factores que marcarán durante un tiempo, aún impreciso, un antes y un después de la crisis del Covid en la sociedad. Pero también son muchas las empresas que se verán obligadas a reinventarse ante una realidad nueva. Cierto que la digitalización no ha librado a todas las compañías de la desaceleración, pero sí que parece que lo tienen más fácil. Gracias, también, a que están dando respuesta a necesidades primordiales que ha puesto al descubierto esta crisis y que estaban sin cubrir del todo.
Valga el caso de Cuideo, la startup de cuidadores de personas mayores a domicilio que ha visto crecer su negocio como la espuma ante la desconfianza generada por la residencias. Pero hay más. Miguel Arias, actual director global de Emprendimiento de Telefónica, apunta algunas en el último post publicado en su blog, emprender a golpes. “Por ejemplo, tendremos que poner atención en startups de wearables de salud, por supuesto conectados. Fijarnos en compañías que se monten sobre los sistemas de video conferencia actual para hacerlos más eficientes, divertidos y humanos; en startups de entregas a domicilio, sea a través de drones u otro tipo de vehículos autónomos; en equipos que trabajen para hacer e-learning de calidad para niños; en sistemas de atención temprana y acompañamiento para nuestros mayores utilizando inteligencia artificial; en e-commerce de todas las formas y colores, o en sistemas de impresión 3D comestibles, construíbles, encajables…”.
Son solo algunas de las opciones que propone como oportunidades de negocio traídas por la crisis, pero hay otras ya existentes que también están saliendo fortalecidas. Trioteca, dentro del sector Hipotech, es una de ellas. Ricard Garriga, su CEO, reconoce haber pasado mucho miedo cuando se declaró el estado de alarma, pero la capacidad de previsión y disponer de un plan B les ha llevado las últimas semanas a triplicar la firma de hipotecas, un 70% subrogaciones en busca de mejores condiciones, y el 30% restante, nuevas. Nada de ello habría sido posible de no disponer de una tecnología que simplifica el proceso de selección y firma de una hipoteca desde el sofá de casa. A la previsión y a la tecnología suma Garriga un tercer acierto: no haberse quedado paralizado por el miedo. “Puedes tomar una decisión y equivocarte pero, en mi opinión, siempre será mejor que esperar a que desaparezca la niebla porque, igual, en lugar de desaparecer, se espesa”.
Otro que ha visto crecer su empresa estos días es Xavier Capellades, CEO de Nomo, con una solución que ayuda a los autónomos y pequeñas empresas a gestionar sus negocios. La clave, desde su punto de vista, ha sido que la digitalización ha ganado terreno y ha restado clientes a gestorías puramente presenciales. “A muchos les ha pillado con los deberes sin hacer y un golpe como el que ha venido ahora les ha obligado a ponerse las pilas”.
La apreciación de Capellades la comparte Hugo Miranda, CEO y fundador de bit24, quien declara: “Sectores como las asesorías, se están adaptando a pasos forzados y están digitalizando todos sus procesos. Ya no vale ir a buscar las facturas a casa del cliente, hay que hacerlo todo online, tanto con el equipo como con los clientes, solo así es posible la transformación digital para poder adaptarse a este nuevo contexto. Con la implementación de nuevas herramientas y tecnologías, estos sectores que no concebían el trabajo sin la utilización de papel, por poner un ejemplo, ahora van a poder minimizar el tiempo dedicado a tareas mecánicas a la vez que podrán ahorrar en costes”.
Sin embargo, todavía hay organizaciones que parecen estar esperando a que escampe el temporal para seguir operando como lo hacían antes de la pandemia. A éstos les advierte Sergio Orozco, CEO y cofundador de Triporate, en el sector travel: “Entendiendo que esta situación no es un paréntesis y que debemos tener claro que vendrá un entorno nuevo con nuevas reglas. Es importante tener cabeza fría y capacidad para poder analizar y ponderar el gran volumen de información que nos llega estos días, así como flexibilidad y capacidad de decisión ágil a la hora de gestionar en tiempos de incertidumbre…Es importante hacer un ejercicio de transparencia con los diferentes públicos, transmitir de forma clara la situación real y nuevo plan de ruta, empezando por los propios empleados, pasando por inversores y finalmente con los clientes. El malestar es común…Reaccionar cuanto antes es importante, de hecho ya es tarde si aún no has hecho nada y estas esperando a ver qué pasa”.
La excusa que encuentran algunos para no acometer cambios en este momento es el miedo a la incertidumbre económica y la falta de recursos para financiarlos. Decir que son buenos tiempos para levantar dinero es falso. “Está claro que las startups se van a ver muy afectadas estos meses por una bajada generalizada de ventas, un menor apetito por el riesgo de corporaciones e inversores y más que probables problemas de liquidez”. Palabras de Miguel Arias que el CEO de Closca, Carlos Ferrando, ratifica. “Hoy, lamentablemente, veo con mucha preocupación la situación. Tenemos un talento alucinante en España, mucho más oculto que en otros países, posiblemente porque la curva de experiencia y la capacidad de financiación son menores. Somos además empresas que invertimos todos nuestros recursos en innovación, desarrollo y crecimiento rápido con el objetivo de maximizar las oportunidades de mercado que cada vez son "olas" que pasan más rápido y que si no las "surfeas" tu, otros lo harán por ti. Por lo tanto estamos mucho más expuestas a dificultades de flujo de caja que ha provocado esta crisis”.
Pero también es propio de los emprendedores moverse en la adversidad y adaptarse a los cambios. “Una vez escuché en una charla a mi querido Juan Luis Arsuaga que entre los animales que llevan más tiempo en el planeta, la rana arborea es la campeona por su gran adaptabilidad a medios diferentes en las diferentes épocas. Pienso que hoy sobrevivir y hacerse un hueco en el mercado va a depender de ser valientes y ágiles a la hora de adaptarse”, concluye Ferrando.