Representantes de los distintos grupos parlamentarios en el minuto de silencio por Rita BarberáVALENCIA. 2017 será un año de congresos para las formaciones políticas con representación en Les Corts Valencianes. Unas citas que, generalmente, siempre provocan un incremento del debate interno y de las luchas por el poder. Es el momento de cuestionar los liderazgos existentes para, sino derrocarlos, al menos conseguir una cuota superior a la que se ostenta dentro de los sempiternos sectores críticos.
No obstante, en esta ocasión, parece que los movimientos precongresuales se han adelantado y, en muchos casos, redoblado en su intensidad. Una circunstancia que se debe a las propias consecuencias de la repetición de las elecciones generales, lo que ha atrasado los cónclaves orgánicos estatales y, por consiguiente, los autonómicos. Una situación que ha elevado la tensión en algunas formaciones, donde se vienen produciendo revueltas cuando ni siquiera están convocados los citados congresos.
Así, a día de hoy, ninguno de los partidos con diputados en Les Corts, PP, PSPV, Compromís, Ciudadanos y Podemos, puede decir alto y claro que atraviesa una etapa de máxima tranquilidad. Es más, varios son los hechos de las últimas semanas que evidencian las estridencias internas que pueblan todas y cada una de estas formaciones.
El reciente y repentino fallecimiento de la que fuera emblemática alcaldesa de Valencia Rita Barberá, ha sacudido los cimientos de la organización popular, especialmente en el ámbito autonómico. En algunos sectores del partido, a raíz de esto, se han cuestionado las llamadas líneas rojas de la presidenta regional, Isabel Bonig, quien ha insistido en exigir el acta a los concejales de Valencia imputados por el presunto caso del 'pitufeo' donde también Barberá se hallaba investigada.
Una circunstancia que había conllevado la ruptura de relaciones con la exalcaldesa, con el correspondiente malestar de la vieja guardia del partido, que se presentó al completo en el funeral de Rita. Un velatorio al que no acudieron miembros de la actual cúpula regional, sí en cambio el presidente provincial de Valencia, Vicente Betoret, últimamente distanciado de Bonig, y que alababa este sábado la figura de Barberá en el acto de partido celebrado.
Ante esta situación, se han producido vueltas a escena de antiguos referentes como el expresidente Francisco Camps, quien dejaba entrever en una enigmática entrevista en el diario ABC la posibilidad de intentar ser candidato a la Alcaldía de Valencia. Un revuelo en el seno del PPCV que, a priori, no apunta a convertirse en un problema incontrolable para Bonig en el congreso regional que se celebrará en primavera, pero que sí da un motivo a los sectores descontentos o que se han quedado descolgados dentro del grupo de confianza de la líder para unir fuerzas y hacer causa común para defender su espacio dentro del partido.
Los socialistas valencianos atraviesan penurias superiores a las del PP dada la crisis federal que vive su partido. El terremoto Pedro Sánchez abocará, si nada cambia, a un choque de bloques en el primer semestre de 2017. Las primeras escaramuzas ya se están viviendo en la Comunitat: el mitin del ex secretario general en Xirivella días atrás evidenció que hay una parte de la militancia, además de dirigentes como José Luis Ábalos, Andrés Perelló, Manolo Mata o Bartolomé Nofuentes, dispuesta a comprar el discurso a un dirigente que el propio líder del PSPV, Ximo Puig, contribuyó a derrocar en primera persona.
Pocos son los que creen en la formación socialista que puede existir una alternativa seria al presidente de la Generalitat, pero lo cierto es que los movimientos para al menos desbancar a parte de su equipo son intensos. En Blanquerías, ven en algunas de estas acciones la mano de dirigentes que suelen jugar a la contra.
Mientras, la crispación se ha elevado también entre uno de los dirigentes con mayor proyección del PSPV, el presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, y el entorno de Puig, debido a informaciones como las relacionadas con Divalterra. La desconfianza es palpable aunque a juicio de veteranos dirigentes del partido, queda tiempo para desactivar buena parte del movimiento crítico con la dirección de Puig.
De todas las formaciones en Les Corts, Compromís es la única que no tiene enfrente un congreso, dado que los partidos que la componen, Bloc, Iniciativa y Verds-Equo ya celebraron sus cónclaves este mismo año. Ahora bien, la asignatura pendiente de la coalición es evolucionar -o no- en la forma de organizarse en Compromís. La corriente de adheridos, Gent de Compromís, ha dado un paso al frente al considerar que no está representada como debe y, por ello, ha convocado un encuentro frente a la sede el próximo día 12, justo el mismo día en el que se reúne la Ejecutiva de Compromís.
El problema, según esta corriente que se atribuye casi mil afiliados, es que los partidos que componen Compromís, especialmente Iniciativa y Verds, no quieren dotar a los adheridos del mismo peso que tienen sus formaciones ya consolidadas. Desde estos partidos, se discute el tamaño de esa organización, dado que consideran que se atribuyen a todos los afiliados que no están en ninguno de los tres partidos. Una cuestión que tiene una problemática diversa y compleja que obliga a Compromís a la búsqueda de soluciones que impliquen una avance. Para empezar, se enfrentan a una fotografía de militantes de su partido protestando ante su sede.
La formación naranja que lidera Albert Rivera en España se enfrenta a primarias y congreso a principios de año. Una cita, en la que Carolina Punset no ha descartado su participación como alternativa, que dará paso a las asambleas autonómicas. En la Comunitat, la temperatura ha subido considerablemente en los últimos días y todo indica que se avecina tormenta de cara a estos procesos.
En este sentido, las diferencias ya conocidas entre el portavoz de Ciudadanos en Les Corts, Alexis Marí, y otros referentes del grupo y del partido como Emilio Argüeso, Juan Córdoba o Emigdio Tormo, se han acentuado en los últimos días a raíz de las discrepancias en torno a la designación de su representante dentro del Consell Jurídic Consultiu (CJC). Habrá que esperar para saber si desciende la inflamación en el grupo o se avanza hacia una contienda abierta.
Otro de los partidos que tiene congresos a la vista, en este caso asamblea ciudadana, es Podemos. La formación morada se enfrenta en el ámbito nacional al pulso entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. Tal y como sucede en el PSPV, será determinante lo que ocurra en España para la resolución posterior de las citas autonómicas.
En la Comunitat, el actual portavoz parlamentario y secretario general, Antonio Montiel, se enfrenta a un sector de jóvenes críticos entre los que destaca la diputada Sandra Mínguez, a la que destituyó meses atrás como responsable de Organización, y en el que se encuentran otros parlamentarios como Antonio Estañ, Ferran Martínez o César Jiménez. En el caso valenciano, la batalla no se perfila tanto entre pablistas y errejonistas, sino entre los continuístas favorables a Montiel y los que consideran que debe darse un giro a la estrategia del partido. Entre los críticos, todavía no ha surgido una figura concreta sobre la que pueda articularse el movimiento, pero se presume batalla.
