Rajoy convence a PNV y Foro pero le quedan aún seis enmiendas a la totalidad a los Presupuestos

MADRID (EFECOM). El proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2018 tendrá que afrontar seis enmiendas a la totalidad -presentadas por PSOE, Unidos Podemos, ERC, PDeCAT, Compromís y EH Bildu- tras evitar las de Foro Asturias y PNV, que al renunciar a pedir la devolución allanan su apoyo a las cuentas.

Foro Asturias, que ya había anunciado que presentaría enmienda a la totalidad porque las cuentas incumplían el acuerdo de investidura de Mariano Rajoy, ha llegado esta mañana a un acuerdo con el PP para apoyar los Presupuestos, con lo que el Gobierno se asegura el voto favorable del diputado Isidro Martínez Oblanca.

También ha renunciado a presentar su enmienda el PNV, cuyos votos son decisivos para la aprobación de las cuentas, que ha apuntado que decidirá "momento a momento" el sentido de su voto a lo largo de la tramitación de los Presupuestos.

El PNV condiciona la apertura de la negociación a que acabe la aplicación del artículo 155 en Cataluña, algo que podría ocurrir a lo largo de la tramitación de los Presupuestos si estos consiguen salvar la próxima semana el debate de totalidad.

Las seis enmiendas de totalidad registradas, que se debatirán en dos jornadas, 25 y 26 de abril, rechazan las cuentas por distintos motivos, aunque casi todos los grupos centran sus críticas en las carencia de suficiente política social.

El PSOE considera "profundamente antisociales" las cuentas, ya que prolongan la senda de pérdida de peso de los servicios públicos en relación al PIB y no aportan suficientes fondos para combatir la pobreza infantil o la violencia de género.

También critican que no se plantea un cambio de modelo productivo, lo que requeriría invertir más en educación, política industrial o investigación y desarrollo.

Unidos Podemos centra su rechazo al proyecto en que "sigue anclado en la lógica de la austeridad", con un gasto social que crece menos que la economía.

Frente a ello, aboga por aumentar el gasto público en 20.000 millones, eliminar los incentivos al empleo a tiempo parcial y avanzar hacia una jornada laboral máxima de 35 horas semanales, así como hacia la modernización económica y la igualdad de género.

ERC alega que las cuentas "minimizan" la inversión en Cataluña, que cae al puesto 14 de 19 comunidades autónomas en media por habitante, lo que hipoteca al "principal eje económico del Estado".

También critican lo que consideran recentralización del Estado y que "los beneficios de la recuperación se distribuyen de una forma muy desigual", con lo que no se garantiza el Estado del bienestar, especialmente en materia de dependencia o pensiones.

El PDeCAT considera que los presupuestos no responden a las necesidades de la economía catalana, en particular por el incumplimiento de los compromisos de inversión en la región, por lo que reclama su devolución.

El partido añade que las previsiones de ingresos y gastos no son realistas y que el texto carece de un nuevo modelo de financiación local y autonómica.

Para Compromís, estas cuentas no servirán para crear empleo estable y de calidad ni corregirán el aumento "imparable" de la desigualdad, ya que reducen el Estado del bienestar a su "mínima expresión".

Argumenta que el proyecto no garantiza la sostenibilidad financiera de las administraciones públicas y que la previsión de recaudación es "claramente optimista".

El rechazo de EH Bildu se basa en que los presupuestos "cronifican" la desigualdad y "parchean" las reivindicaciones de los pensionistas, al recoger subidas solo para las pensiones más bajas.

En lugar de ello, las cuentas tienen como grandes beneficiados la inversión en infraestructuras, los gastos en defensa, la Casa del Rey o los servicios secretos, denuncia el grupo.