PEKÍN (EP). El producto interior bruto (PIB) de China registró en el primer trimestre de 2020 una contracción del 6,8% en términos interanuales como consecuencia del impacto de la pandemia de Covid-19 y de las medidas de contención implementada, lo que representa la primera caída de la actividad del gigante asiático de toda la serie histórica, que se remonta a 1992, aunque la última caída del PIB reconocida por las autoridades chinas data de 1976, según ha informado este viernes la Oficina Nacional de Estadística de China (ONE).
Según las estimaciones preliminares de la oficina estadística china, en el primer trimestre el sector primario registró una contracción interanual del 3,2%, mientras que la caída del sector industrial fue del 9,6% y del 5,2% en el sector terciario . En el cuarto trimestre de 2019, la economía del gigante asiático había registrado un crecimiento anual del 6%, cerrando el conjunto de 2019 con una expansión del 6,1%, entonces la más débil desde 1990.
En datos trimestrales, la economía de China registró entre enero y marzo de 2020 una contracción del 9,8%, después de hacer crecido un 1,5% en el cuarto trimestre de 2019, un 1,3% en el tercer trimestre del año pasado, un 1,5% en el segundo y un 1,6% en el primer trimestre de 2019, según precisó la oficina estadística china.
Durante los tres primeros meses de 2020, la inversión en activos fijos experimentó una caída anual del 16,1%, moderando parcialmente el desplome del 24,5% observado entre los meses de enero y febrero, después de que a partir del pasado mes de marzo las autoridades chinas empezasen a levantar las restricciones impuestas para controlar la pandemia. Asimismo, las ventas del comercio minorista en el primer trimestre registraron un descenso interanual del 19%, después de que en el mes de marzo la caída se moderase al 15,8% desde el desplome del 20,5% correspondiente a los dos primeros meses de 2020.
"Los datos de marzo ofrecen signos más amplios de que la economía de China ha pasado lo peor, pero la recuperación probablemente seguirá siendo decepcionante", han indicado los analistas de Capital Economics Julian Evans-Pritchard y Martin Rasmussen, señalando el impacto sobre la demanda doméstica del incremento del desempleo en China, así como del freno a la recuperación del país que representa la caída de la demanda internacional por la pandemia, lastrando las exportaciones del gigante asiático.
"Aunque sospechamos que la caída en la producción fue aún más profunda de lo que afirman los funcionarios. Los datos mensuales sugieren que la actividad mejoró en marzo, pero se mantuvo débil incluso cuando los esfuerzos para contener Covid-19 se relajaron", añaden.
Por su parte, desde la consultora Oxford Economics han expresado su confianza en que la recuperación continuará en el segundo trimestre de 2020, aunque coinciden en señalar el lastre procedente de la demanda doméstica y de las exportaciones, por lo que anticipan que el crecimiento anualizado chino no se situará "en torno al 4% antes del segundo semestre".
"A pesar de que prevemos un fuerte crecimiento en 2021 y podríamos revisar ligeramente al alza nuestros pronósticos para 2020 tras los datos de hoy, seguimos esperando un crecimiento escaso de la economía este año. No anticipamos grandes estímulos, algo que continúa siendo impopular en Pekín. En su lugar, pensamos que los líderes políticos aceptarán un ritmo de crecimiento más bajo este año, dados los pronósticos positivos para 2021", añaden.