la amenaza sintética

Plástico: ni contigo ni sin ti

Según una estimación de Greenpeace, cada minuto se lanza un camión de plástico al mar. Los ecologistas y los consumidores han dado la voz de alarma y cada vez hay más presión para prescindir de él, pero ¿es posible? La ciencia y la industria buscan alternativas para unos productos de los que resulta muy difícil prescindir. Reciclar y reutilizar son parte de la solución

22/06/2019 - 

VALÈNCIA.-Ocho millones de toneladas de plástico, una gran parte de ellos procedentes de envases ligeros, acaban cada año en los océanos. Eso equivale a tirar al mar un camión de la basura cada minuto. De seguir esa tendencia, en 2050 habrá más toneladas de plástico que peces en los mares. Son algunos de los datos con los que organizaciones como Greenpeace han puesto al plástico en la agenda ambiental global como alerta para la supervivencia del planeta junto con el cambio climático, la contaminación, la sobreexplotación de los recursos naturales o el consumo excesivo de carne.

Denuncias como las del Rainbow Warrior, el buque protesta de la citada organización ambiental global que ha puesto en marcha la campaña Menos plástico, más Mediterráneo, han situado a los productos plásticos en el punto de mira del ecologismo, después de que lo fueran los transgénicos y los fitosanitarios. En la misma senda, Naciones Unidas ha declarado la guerra a este derivado del petróleo, como resumía una declaración de su secretario general, António Guterres, en el Día del Medio Ambiente de 2018: «El mensaje es simple: rechaza el plástico desechable. Si no puedes reusarlo, rehúsalo». Los efectos de la cruzada contra el plástico también han llegado a Europa. En marzo, el pleno del Parlamento Europeo daba luz verde a la prohibición en 2021 de los plásticos de un solo uso más populares (platos, cubiertos, pajitas, bastoncillos de algodón y envases alimentarios de poliestireno) para reducir su impacto ambiental.

«El plástico es el icono de nuestro sistema insostenible, el de ‘usar y tirar’ y en bajar los costes de producción sin atender a las implicaciones medioambientales, un sistema destinado al fracaso y al colapso», afirma Carles Gago, biólogo y miembro fundador de Xaloc, ONG para la conservación marina. «Otras industrias también tienen graves afecciones al medio natural, como la agricultura y la ganadería, la actividad humana con mayor impacto ambiental pero que no recibe las mismas críticas y conserva un rédito social y, en los grupos ambientalistas, mayor que la industria del plástico», reconoce Gago.

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Si el plástico es el mayor problema para el planeta en estos momentos es una pregunta para la que la ciencia no tiene respuesta, señala Juan Antonio Conesa, catedrático de ingeniería química de la Universidad de Alicante. «Las emisiones de un avión son mucho más peligrosas que lo que pueda pasar con un trozo de plástico o lo que podamos ingerir los humanos en forma de microplásticos. El mayor problema hoy son las emisiones del tráfico, porque para el plástico hay soluciones. Otra cosa es que en España no se opte por esas soluciones», sostiene este investigador.

* Lea el artículo completo en el número de mayo de la revista Plaza

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