ALICANTE. Parece un juego de palabras pero no lo es. Only One Way SL, la mercantil de José Miguel Garrido que está interesada en hacerse con la mayoría accionarial del Elche (y cualquier otro aspirante a competir con ella) en la subasta que va a convocar el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), no solo tiene que ganarla, también ha de llegar a un acuerdo con los acreedores (accionistas) del club y el consejo.
En línea con esto último están los contactos que ya ha mantenido el empresario madrileño con José Sepulcre y un consejo de administración desde el que, como ya contábamos el martes por la noche, se habla de "buenas intenciones" por parte de Garrido que estando pendientes de confirmarse, sí llevan al órgano de gobierno del club franjiverde a creer que la negociación puede terminar en acuerdo.
El director general del IVF, Manuel Illueca, apuntaba este martes que "ese acuerdo, de producirse, no condicionaría nunca la subasta" lo cual es cierto pero con matices y es que es evidente que las bases de ese procedimiento que va a convocar en los primeros días de diciembre el banco del Consell las pone este y nadie más, pero también lo es que, como el propio Illueca adelantaba, que se va a incluir la posibilidad de que las ofertas de los pujadores vayan acompañadas de condiciones suspensivas... Esto es, que la vigencia de las pujas quede condicionada a lo que ocurra, por ejemplo, con el convenio de acreedores impugnado por el propio IVF, si sale definitivamente adelante o no, pero también con la tristemente famosa demanda de cláusulas abusivas interpuesta por la Fundación hace algo más de un año con la que se bloqueó la primera subasta.
Como ya ocurriera meses atrás con Skyline, que la situación que rodea al Elche se solucione requiere de múltiples acuerdos en los que el inversor es clave porque es el que ha de contentar desde al expresidente Sepulcre y otros acreedores ordinarios como Antonio Rocamora y Francisco Sánchez, toda vez que controlan una parte muy importante de los créditos ordinarios, pasando por el actual consejo de administración y en especial Diego García que está al frente también de un patronato de la Fundación integrada también por varios consejeros y, lógicamente, el banco del Consell.
Además de cumplir con las exigencias de IVF y proclamarse adjudicatario del derecho de crédito que se va a subastar el próximo mes, José Miguel Garrido habrá de llegar a un acuerdo con los titulares de créditos ordinarios porque si el convenio de acreedores sale definitivamente adelante (está impugnado) estos han de canjear deuda por acciones, operación que reduciría por debajo del 10% el peso del paquete de acciones que garantiza la deuda que va a subastar el IVF cuando ahora representa casi el 54. Pero es que si no sale adelante el convenio, será necesario sacar adelante otro y el apoyo de los acreedores también será clave... Al tiempo, Only One Way también tendrá que conseguir que bien la Fundación retira la tristemente famosa demanda de cláusulas abusivas o que una vez esta sea desestimada no recurre el fallo judicial porque en caso contrato el procedimiento de enajenación de activos tendría todos los visos de volver a encallar. En definitiva, que la citada mercantil ha de seguir un único camino que es el de buscar un acuerdo. Amén de que las otras partes implicadas también habrán de ceder algo en sus pretensiones para que pueda haber café para todos.