ALICANTE. En esta segunda parte de la entrevista, el secretario general de Podemos habla sobre las propuestas del partido para Alicante y sobre la salud de la propia formación, dos años después de su nacimiento.
-Usted ya concurrió en 2011 en la lista del partido Vecinos por Alicante, que no consiguió representación y no entró en el Ayuntamiento, ¿optará a ser candidato en 2019?
-Pascual Pérez ni tenía antes ni tiene ahora el interés especial en ser candidato. Ahora, como secretario general de Podemos, lo que está claro es que habrá primarias en breve y si los militantes me siguen apoyando... Lo que si se debe tener en cuenta es que hay que armar la mejor candidatura para lograr la mayor, que es gobernar en el Ayuntamiento de Alicante y hacer una política de cambio que no se ha hecho. Este ha sido un mandato fallido. Hay que recuperar la parte que pretendía abrir el Ayuntamiento a la participación. Ya era un objetivo de Vecinos por Alicante y también de Guanyar: que la ciudadanía sepa que el Ayuntamiento está abierto. Modificaremos el reglamento de participación para dar empuje a las Juntas de Distrito para que se rinda cuentas y se recoja sus opiniones. Ese ha sido uno de los problemas principales: no se ha conseguido pese a que la concejalía estaba en manos de Guanyar. Luego, claro que hay que hacer política que los barrios tengan peso, no sólo algunas zonas de la ciudad que está claro que son nuestra fachada. Hay que gobernar con los barrios para que se transformen y sean presentables. Es la parte que está por hecha. Si es así, no me importa no ser cabeza de cartel.
-Entiendo en ese caso que la participación ciudadana será un pilar esencial del programa de Podemos.
-Sí, eso es fundamental. Tenemos que definir un programa con la gente y rendir cuentas a la gente.
-¿Y cuáles son los otros dos pilares fundamentales de su propuesta?
-Asociado a eso, que se trabaje para que los barrios avancen en dotaciones. Y las cuestiones encaminadas hacia la sostenibilidad ambiental. El medio ambiente será fundamental. También hay que cambiar cosas en Sanidad, el mapa de centros de salud en barrios, por ejemplo, como el del PAU 2. Y que las zonas educativas se replanteen, en el consejo escolar municipal, desde las estructuras participativas para que la gente se sienta partícipe y pueda controlar.
-¿Pero eso es operativo? Lo pregunto porque algunas formaciones políticas sostienen que no es ágil.
-Ágil no es, pero hay que hacer que lo sea. Ese es el reto. Son organismos técnicos que no rinden cuentas. Hay que hacer que rindan cuentas. Que en los barrios se hable de los temas que afectan a la gente. Hay que escuchar a la gente, lo que dicen. Hay que sacarlo de la parte técnica, aunque luego la parte técnica hay que trabajarla.
-¿Considera que Podemos sigue teniendo el mismo respaldo social que hace dos años o se ha desinflado el suflé?
-No hay movimiento que suba, suba, suba... Todo movimiento tiene una reestructuración. El partido viene de un movimiento muy grande como el 15-M, con mucha gente en las plazas, y ahora está estructurándose como tal. El partido como fuerza política ha ganado, sus propuestas son más elaboradas. Como movimiento, como organizador de la gente, está reestructurándose. Los círculos de Podemos no están en su momento de mayor efervescencia, pero, en Alicante, tenemos siete círculos territoriales que hay que trabajar para que cada vez estén más fuertes y más vinculados a los barrios. Es diferente a cuando teníamos un único círculo.
-¿Cree que Podemos va a ser decisivo en la configuración de gobierno tanto en Alicante como en la Comunitat?
-Por supuesto. La situación política es compleja, pero estoy convencido de que seremos decisivos. Partimos de un apoyo muy grande. Tanto si concurrimos en solitario o en confluencia, seremos decisivos.
-¿Teme que la postura del partido respecto al conflicto de Cataluña pueda pasar factura?
-Creo que no. La situación de Cataluña es problemática y ha sido utilizada con intencionalidad. Nuestra posición política es compleja porque requiere tiempo de explicación, mientras que la postura de otras fuerzas políticas es más sencilla porque apelan a sentimientos, sensaciones, vibraciones y otras cuestiones difíciles de racionalizar. Pero nuestra posición es una posición de coherencia que, dentro del derecho a decidir, intenta separarse de los dos grandes bloques que se envuelven en banderas, en patrias, quitándoles significado a eso de patria, que es que la gente viva mejor.
-¿Cree que Podemos puede llegar a arrepentirse de no entrar en el Consell y quedarse como aliado externo?
-Espero que no. Es una decisión que tomamos para sacar al PP de la gobernación en la Comunitat y para intentar condicionar las políticas de acuerdo a ese pacto que se firmó con nosotros. Es difícil estar fuera, pero en este nuevo presupuesto hemos condicionado partidas sociales, de educación, de sanidad... Hay cuestiones pendientes que nos hubiera gustado que se hubiesen contemplado, como nuestra apuesta por la tasa turística, y haber sido más firmes con el reglamento de residuos. Seguiremos peleando por ello.