VALÈNCIA (E.P./EP). El debate sobre si implantar una tasa turística o no en la Comunitat Valenciana parece el tema de nunca acabar. Cuando las aguas se habían vuelto tranquilas, la aprobación este viernes del anteproyecto de la Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad ha devuelto a primera línea el imponer una tasa a los turistas que, como la práctica demuestra en otras ciudades como Barcelona o Italia, acabará recayendo sobre el sector del alojamiento.
El síndic de Podemos en Les Corts, Antonio Montiel, pedía este martes al Consell que abordara el debate sobre la posibilidad de implantar una tasa turística en la Comunitat Valenciana, mientras que el portavoz de los socialistas en la Cámara, Manolo Mata, señalaba a título personal que pese a que "no está en la ley, no es una mala opción".
El diputado David Torres, de Podemos, insistía en la idoneidad de que los turistas que lleguen al territorio hagan "una contribución a la mejora de los servicios" que se ofrecen al visitante, por lo que cree oportuno abrir un debate "del que el Consell está rehuyendo". De hecho, Torres ya hizo público que estudiarían la manera de que se implante una tasa turística por pernoctación en la Comunitat si el Consell no avanzaba en estos términos durante 2017.
Montiel precisaba que "la peor definición es la de tasa, porque sería cualquier cosa menos eso". "Queremos un turismo de calidad pero sostenible, o lo pagamos entre todos o nos ayudan también los visitantes", planteaba. "Los más vanguardistas en turismo tienen algo parecido", señalaba Mata, quien agregó que se trata de "un debate necesario" y que "se podría estudiar en muy buenas condiciones".
Tanto el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, como el president de la Generalitat, Ximo Puig, han reiterado en numerosas ocasiones que en 2017 no habrá tasa turística, y no consta en los presupuestos de 2017. De hecho, el secretario autonómico ha destacado varias veces que el sector no se encuentra suficientemente consolidado en la Comunitat como para añadirles el impuesto.
A finales de 2016, el conseller de Hacienda, Vicent Soler, también mostraba su simpatía por la tasa a pesar de que entendía que no era posible ponerla en marcha en 2017. "Que esté todo el mundo muy tranquilo porque mientras no acompañe el sector esta aventura, que puede ser muy enriquecedora de la política turística de la Generalitat, no tendrá lugar", zanjaba.
Entre los empresarios, la oposición más férrea la ha realizado Hosbec, la patronal hotelera de Benidorm, ciudad que acapara el 50% de las pernoctaciones valencianas. Nuria Montes, secretaria general, aseguraba que "ni es tasa ni es turística sino un impuesto para los hoteles, campings y apartamentos reglados". "Es una carga impositiva más para unas empresas que están absolutamente asfixiadas con la fiscalidad de la Comunitat Valenciana, que es de las más altas de España, y con una tasa que es selectiva porque no afecta por igual a todo el sector turístico, a todos los que generan ingresos", matizaba.
"En Cataluña, que lo tiene implantado, el 80% del mercado catalán es Barcelona, y funciona de una manera muy distinta a cómo funcionamos aquí. En Baleares tienen unas connotaciones especiales por su característica insular y la presión del turismo puede hacer daño. Pero el sector hotelero balear está absolutamente horrorizado con estos costes adicionales. Luego tenemos la segunda parte, y es el destino. Podríamos estar de acuerdo, pero además de que lo paguen todos los que viven del fenómeno turístico, si el destino es revertirlo en la actividad turística podría aceptarse. Pero si el destino no se sabe o es para rebajar el déficit en la Comunitat no es de recibo", subrayaba.
Por su parte, la Confederación de Empresarios Turísticos de la Comunitat también se opone a la medida. Su cooresidente, Luis Martí, defendía en una entrevista con Valencia Plaza que ahora no es momento de implantar esa tasa. "Creemos que la tasa turística hoy no es oportuna en absoluto porque el sector se está recuperando de una crisis monumental de rentabilidad. Hoy únicamente tendría efectos negativos. Pero si hablamos de la tasa turística como concepto de futuro, se podría plantear siempre que se consolide una determinada rentabilidad y siempre y cuando que la recaudación se destine a la promoción o la mejora de los destinos, no a otros fines", aseguró Martí.