VALÈNCIA (VP). La Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc) ha celebrado este jueves su Asamblea General en Madrid. En ella, su presidente, Manuel Ruiz Escudero, ha presentado los principales resultados de las cooperativas de crédito asociadas a la Unacc durante el pasado ejercicio 2018. Destacan, entre ellos, el incremento de los beneficios en un 14,93% con respecto a 2017, hasta los 523 millones de euros; el incremento, igualmente, del balance donde los activos superan ya los 102.000 millones de euros, creciendo un 4,21% respecto a 2017 y los créditos y depósitos que crecen un 5,77% (58.381 millones de euros) y 4,95% (más de 80 mil millones) respectivamente. Unos números que ya avanzó este diario el pasado 8 de abril.
Por otro lado, las cifras muestran otro dato positivo y es el aumento de la cuota del mercado del sector tanto en crédito como en depósitos y la presencia en oficinas -tal y como publicó Valencia Plaza la pasada semana-, frente a la tendencia de otros competidores, manteniendo así la seña de identidad de su modelo basado en una banca cercana y personal.
Paralelamente, el sector está demostrando una fuerte apuesta por la innovación tecnológica y creando servicios multicanal, que se suman –pero no excluyen a la atención en las oficinas -, lo que demuestra su compromiso contra la exclusión financiera. Todo ello en un contexto no exento de obstáculos que, de un modo aún más concreto, se advierten en este sector y ante el que el presidente de la Unacc apuntaba que “a pesar de que el sector sigue demandando iguales reglas de juego, lo cierto es que la normativa no es la misma para todos los jugadores”. Y es que el principio de proporcionalidad, tanto en la regulación como en la supervisión bancaria, continúa siendo una tarea pendiente, tanto en el ámbito nacional como europeo.
Por ello, “la Unacc ha insistido en la aplicación del principio de proporcionalidad para que se tengan en cuenta el tamaño, complejidad y perfil de riesgo de las entidades, al objeto de redactar y aplicar la regulación y, por consiguiente, la supervisión”. No cabe duda de que este seguirá siendo uno de sus mensajes fundamentales también durante el 2019 y, sobre todo, ante los logros que, a nivel europeo, se van alcanzando a través del trabajo de su asociación europea, la Asociación Europea de Bancos Cooperativos (EACB, por sus siglas en inglés), de la que es miembro la Unacc.
Así, resultará fundamental que, en adelante, la Unacc continúe trabajando en su relación con los reguladores y supervisores, a fin de mejorar el alcance de la adaptación normativa. “Creemos que el diálogo permanente contribuye a un mejor entendimiento, a cumplir las expectativas supervisoras pero, sobre todo, a que los supervisores comprendan mejor la banca cooperativa y los diferentes modelos representados en la Unacc, así como la necesidad de llevar a cabo algunas adaptaciones para asegurar una competencia justa con el resto de entidades de crédito”, aseguraba Manuel Ruiz.
Cabe señalar que, en este ejercicio 2019, adquiere especial importancia otro diálogo, también fundamental, permanente y propio de su naturaleza como asociación más representativa, entre la Unacc y los actores sociales representados en la Comisión Negociadora del XXII Convenio que definirá las normas laborales aplicables al sector, previsiblemente para los próximos cuatro años.
El presidente ha concluido su discurso asegurando, en nombre del Consejo Rector de la Unacc, que “nuestro propósito para 2019 debe ser el de continuar trabajando en esta senda con el fin de mejorar el conocimiento de las instituciones sobre el sector y su consideración como uno de los ejes vertebradores de la financiación, junto al resto de entidades financieras”.