Cuando vio la crisis decidió que era el momento de cambiar de aires e irse a México. Allí se ha convertido en una referencia ineludible. Normalmente no habla, y menos con la prensa, pero en esta ocasión ha hecho una excepción
VALÈNCIA.-«No tengas miedo de perderte... El tiempo pasa tan despacio en Polanco». Este podría haber sido el comienzo de la canción del grupo La Unión si en lugar de inspirarse en Syldavia —país imaginario, escenario de El cetro de Ottokar, la famosa aventura de Tintín— lo hubiera hecho en el barrio mexicano de Nuevo Polanco. Una vibrante zona que, a diferencia de Syldavia, esta sí se halla en los mapas y es el destino elegido por el conocido y prestigioso galerista valenciano Luis Adelantado hace ahora diez años. Solo para cerrar esta entrevista hemos necesitado casi tres meses. El tiempo transcurre distinto en Polanco.
Allí, alejado de todos y de mucho, Luis Adelantado ha convertido el barrio en su particular ciudad-estado. Un enclave con un fuerte desarrollo urbanístico, importantes museos y espacios de ocio (Museo Jumex, Museo Soumaya-Fundación Carlos Slim, Acuario Inbursa…) en el que el valenciano ha levantado 3.000 metros cuadrados de galería de arte no aptos para cualquiera. Allí el galerista migrante, errante en busca de un lugar —como reza la canción— ha encontrado finalmente su destino. Sin miedo a perderse.
Esta tierra lejana, para Luis, era, y es, lugar de buenos amigos y florecientes negocios. Un país de oportunidades. Allí decidió en 2009 recalar huyendo, en parte, de la crisis mundial —la que también acechaba a su casa valenciana— y en parte huyendo de sus demonios, o tal vez para reencontrarse con ellos. Allí, Adelantado se ha recluido como un caracol.
El galerista, agradable y cercano en las distancias cortas, se caracteriza en los últimos tiempos por responder con un rotundo «no» cuando le proponen una entrevista. De ahí que poco se sepa de este experimentado especialista, diestro en detectar qué arte nos viene o qué artista encierra ingenio y virtuosismo.
* Lea el artículo completo en el número de mayo de la revista Plaza