VALENCIA. Los actores turísticos empiezan a encontrarle problemas al anteproyecto de la ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad de la Comunitat Valenciana. Entre ellos, a la profesionalización del sector. Esto es lo que opinan desde Protectur, asociación que defiende los intereses profesionales de las personas diplomadas y graduadas en Turismo y que registrarán alegaciones este martes.
“El problema fundamental que existe es que siempre se ha asociado la formación turística a la Formación Profesional, a los trabajos de base, muy operacionales, vinculados con hostelería y la restauración”, explica Rubén Arnandis, coordinador de la asociación. “Como turismólogos queríamos que recogieran nuestro perfil y aunque se habla de formar a personal cualificado para las empresas, esa formación va vinculada a los centros de turismo y por tanto a la hostelería”, explica Arnandis.
Reconoce que el turismo siempre ha tenido un carácter privado y se ha erigido en la gestión de hoteles y agencias de viajes, pero también existe un apartado en el ámbito público que se debe considerar como gestor de destinos, de productos, de la investigación, la docencia y la consultoría ya sea para administraciones y otros tipos de empresas pero es algo que no aparece en ninguna parte de la ley.
“Es curioso comprobar que cuando uno va al Ayuntamiento, en el ala de gestión urbana hay un arquitecto, psicólogo y cuando te vas al ámbito del paisaje hay un geógrafo y entonces piensas cómo puede ser que los municipios turísticos no tengan un turismólogo”, apunta. “Nos machaca comprobar que una ley tan vanguardista, que recoge incluso la integración entre el visitantes y residente, no lo contempla”.
Desde la asociación no entienden cómo es posible que una actividad como guía turístico esté regulada y no esté reconocido el papel de turismólogo en una ley. Su visión es que, en la parte de la profesionalización, se debería regular los espacios públicos de gestión turística para incluir a profesionales titulados. “Lo justo es que se contrate al turismólogo”, opina. También se queja de que la ley del empleado público contempla los puestos en la parte turística como un A2, por lo que puede presentarse gente de cualquier estudio universitario.
“No hay puestos específicos para gente de turismo y si echas mano de la última OPE, en la Agencia Valenciana de Turismo piden gente para gestión, pero es para titulados generales mientras que ser diplomado en Turismo se contempla como mérito, y no lo entendemos”, insiste. “Lo que defendemos es que quede claro la importancia del turismólogo en la gestión de los destinos”.
Al margen de la profesionalización, pondrán otras alegaciones, como que no se diferencie entre visitante y turista y se deje fuera a los excursionistas o el estatuto de municipio turístico. “Estamos en contra de que la Comunitat Valenciana se defina como territorio turístico porque el turismo se concentra, no está en todos los sitios”.
De hecho, Arnandis señala que existen 523 municipios en la Comunitat, de los que casi la mitad son turísticos, y el 85% están declarados así por sus fiestas. “Es un chollo para sacar financiación y queremos que se restrinja la consideración de que un municipio sea turístico”, asegura. “Es como decir que toda la comunidad valenciana es un espacio natural. El territorio tiene características, por eso no hay polígonos industriales en todos los sitios u hospitales”.