VALÈNCIA. Ya sean actores, directores, compositores o creadores de videojuegos, los profesionales autóctonos de las pantallas están de estreno. Y es que, acaba de ver la luz la Acadèmia Valenciana de l’Audiovisual, una organización privada que busca impulsar las creaciones generadas por esta industria, cohesionar al sector, estudiar su situación y abordar los distintos retos de futuro que se le presenten.
Con algo más de 60 integrantes confirmados, la entidad se encuentra actualmente en proceso embrionario, por lo que todavía son más numerosos los interrogantes que las certezas en torno a su articulación. En cualquier caso, ya cuenta con una Junta Directiva provisional cuyo objetivo es captar nuevos socios y preparar una asamblea en la que se establezca el organigrama definitivo. Una vez alcanzada esa estabilidad, podrá empezar a funcionar "de manera plena”, según explican desde la entidad, que fue presentada el pasado 19 de julio en el edificio Rialto.
Así, entre los objetivos de esta organización, se encuentran "incrementar la consideración hacia los profesionales; impulsar la innovación y la formación continuada; así como facilitar informes y proponer iniciativas ante la Administración". Del mismo modo, se aspira a promover "una política de recursos públicos para el fomento y la consolidación del audiovisual y tender puentes con los medios de comunicación audiovisuales, gráficos y digitales".
Como explica José Llopis, compositor y presidente provisional de la Acadèmia, esta entidad “no pretende ser un sindicato, sino un espacio que englobe a distintas categorías profesionales dentro del sector audiovisual”. Así insiste en que se trata de “una organización privada en la que cada uno solamente se representa a sí mismo. No es un conjunto de asociaciones, sino de personas”. En cualquier caso, añade que, si se cree necesario, desde la Acadèmia se expondrán reivindicaciones sobre la situación económica o laboral del sector, pero “no se trata de su finalidad última”.
“Queremos valorar el trabajo creativo y técnico que realizan los miembros del sector. Otras comunidades autónomas ya han puesto en marcha iniciativas similares, quizás nosotros tendríamos que haberlo hecho hace tiempo”, añade el compositor. En la misma línea, explica que esta propuesta “no es algo nuevo, sino que lleva un tiempo rodando”. De hecho, como apunta, las conversaciones para sacar adelante este ente comenzaron en marzo.
Respecto a las relaciones con la Generalitat, Llopis señala que hay varias conversaciones sobre la mesa “pero no se puede avanzar nada de momento”, aunque asegura que “se va a tener una relación muy cercana y la recepción ha sido muy positiva”. De hecho, pone como ejemplo de la cordialidad existente que el Institut Valencià de Cultura (IVC) haya cedido el Rialto para la presentación en sociedad de la iniciativa. En cuanto a la financiación del ente, Llopis incide en que, más allá de las cuotas de los socios, todavía no se han acordado otras vías para conseguir ingresos, aunque no descarta la petición de ayudas, ya sean del ámbito público o del privado.
Lo que sí adelanta el presidente de la Acadèmia es la voluntad de convocar en 2019 unos premios del audiovisual “en los que votarán los académicos” y que se mirarían en el espejo de los Premis Gaudí, organizador por la Acadèmia del Cinema Català.
Por su parte, Pilar Pérez , directora de cine y vicepresidenta del ente, señala que se trata de “un proceso precioso que viene a complementar muy bien el momento que está viviendo la industria”. Así, considera que “tras nuestra particular travesía por el desierto”, el sector audiovisual valenciano está ahora “en su mejor época en mucho tiempo”. Una dulce situación que se debe, en su opinión, a la apertura de À Punt, pero también a las acciones impulsadas por el IVC, “que cada vez está ayudando más y mejor a este ámbito en todas las áreas en las que tiene competencias”. “Ahora la industria tiene planes de futuro, algo que no sucedía desde hace años”, incide Pérez. De igual modo, subraya que “mucha personas que tuvieron que salir fuera para poder trabajar, ahora están volviendo y la Acadèmia puede captar ese talento”.
A este respecto, Llopis denuncia “la falta endémica de valoración del trabajo creativo" en el territorio valenciano. “A menudo se cree que lo que viene de fuera es mejor. Buscamos, no solamente ensalzar esa creatividad, sino también documentarla, ejercer de espacio de reflexión”, indica el presidente, quien aspira a que la Acadèmia actúe como “un tren de largo recorrido”. En lo que concierne a la Acadèmia Valenciana de l’Audiovisual, el orden de los factores sí altera el producto, ya que, como indica Llopis, el objetivo “ es valorar el trabajo de los valencianos estén donde estén, ya sea en Nueva York o aquí. No pretendemos crear una marca específica del audiovisual hecho en València”.