VILLENA. Este mismo martes, 11 de mayo, las dos únicas concejalas naranjas en el Ayuntamiento de Villena, Mari Carmen Martínez Clemor y Gracia Serrano, han anunciado que renuncian a su acta como representantes de Ciudadanos. Junto a ellas, el 90 % de la agrupación villenense también se dará de baja. Así lo ha confesado a Alicante Plaza Clemor, la hasta ahora cabeza de lista del partido local. No obstante —ha aclarado—, ambas seguirán trabajando “por el presente y el futuro de Villena” como concejalas, pero “en el grupo de no adscritos o en el grupo mixto”, según sea posible.
Aseguran que dejan el partido “por no estar de acuerdo en las formas ni en las estrategias que se han adoptado en el último año, desde que entró Inés Arrimadas y la nueva junta directiva nacional”. Tampoco comulgan con la autonómica y la provincial. En palabras de la exportavoz villenense, “ha sido una estrategia muy desacertada; han tomado decisiones bastante absurdas y bochornosas”. Entre ellas, destaca la moción de censura a un gobierno en el que estaba presente Ciudadanos (en alusión a Murcia capital), la organizada en Madrid (que no se llegó a realizar), la provocación de unas elecciones en plena pandemia, y el cambio de una candidata de Catalunya que ya estaba elegida por la militancia.
Por todo ello, Clemor es contundente: “Está claro que los resultados de esas decisiones arbitrarias, que tampoco han consultado con los afiliados ni con la gente que estamos al pie del cañón, han sido malos, nefastos”. Así pues, considera que lo peor ante tales consecuencias es que los dirigentes que han tomado esas decisiones “no asuman ninguna responsabilidad”. “No son capaces de ser humildes y dimitir. Todo lo contrario: proclaman que lo han hecho muy bien y que es el votante, por ejemplo, en estas últimas elecciones de Madrid, el que se ha equivocado por no votar a Ciudadanos”, agrega.
En este sentido, la edil argumenta su decepción: “Ciudadanos ha cambiado su ideario, su forma de hacer política y su posicionamiento en todos los niveles (nacional, autonómico y provincial)”. Por ello, lamenta que, a quienes no lo compartan, los estén “invitando a salir”. Y añade: “Ahora nos están machacando con el discurso de si ‘eres o estás en Ciudadanos’. Yo creo que estoy, o estaba, en un posicionamiento muy centrado, muy moderado, y que me han sacado de ahí”. Con todo, es firme en su conclusión: “No somos nosotras quienes abandonamos el partido; son ellos quienes nos abandonaron a nosotras”.
En las recientes elecciones a la presidencia de la Comunidad de Madrid, celebradas el 4 de mayo, el partido naranja perdió los 26 escaños conseguidos en 2019 y, por tanto, su representación en la Asamblea. Un hecho que ha supuesto la decisión definitiva de las concejalas de Villena. “Era lo último que se podía esperar. Y después de eso, no han hecho autocrítica”, recrimina Clemor, que defiende al candidato madrileño, Edmundo Bal, pero reprueba la estrategia de partido: “Son ellos los que lo han dinamitado desde dentro, porque si hubieran sido como antes, más liberales y no virando cada vez para un lado según les interese, quizá las cosas hubieran sido de otra manera”.
En el ámbito local, las dos ediles mantendrán sus puestos hasta agotar la legislatura, dado que pese a ofrecer sus actas para ser sustituidas, nadie quiso asumirlas. Así pues, continuarán en la oposición, pero no como miembros de Ciudadanos, sino “como Mari Carmen Martínez Clemor y Gracia Serrano”, como afirma la primera. “Nuestra funcionalidad dentro del Ayuntamiento no cambia. Vamos a colaborar en mociones, en fiscalizar al gobierno de aquí, y en oír a los vecinos de Villena”, apunta. Un cargo que, como hasta ahora, seguirán desempeñando sin compensación económica.
Sobre la disolución total del partido local, Clemor no está tan segura. Sí, en cambio, de la debilidad que ya sufre. De hecho, explica que la pérdida de afiliados “ya sangrante” en todos los municipios de la comarca y la provincia comportó la unión de agrupaciones de distintas localidades. La suya estaba formada por Villena, Castalla y Sax. De este último, ya no queda nadie, y de Villena, “algunos ya se habían dado de baja por desmotivación”. Los miembros villenenses que persistían lo harán ahora, pero desconoce qué ocurrirá con los de Castalla, donde Cs gobierna en coalición con el PSOE. “Entiendo que el alcalde de Castalla tendrá que conservar su espacio en Ciudadanos y seguir mirando por el bienestar de su municipio, por disgustado que esté”, supone Clemor.
Antes de entrar a Ciudadanos, la hasta ahora número 1 del partido en Villena fue diputada provincial por el PP entre 1995 y 2003, cuando el presidente de la Diputación era el popular Julio de España Moya. De aquello hace unos 25 años, pero la pregunta sobre una posible vuelta a la formación azul es obligada. “A corto y medio plazo, ni yo ni mi compañera tenemos nada visto ni nada negociado ni ninguna visión de futuro político de transfugarnos o pasarnos a otro partido”, responde Clemor. Aunque agrega: “Lo que venga dentro de dos años, no lo puedo decir, porque tampoco sé lo que me va a pasar mañana”.
Tampoco conoce a ciencia cierta cuáles serán los siguientes pasos del resto de afiliados locales: “Sé que hay mucho compañero disgustado, desmotivado, y sé que, seguramente, no seremos las únicas que adoptemos esta postura, pero yo puedo hablar por mí”. En cualquier caso, tras valorar el panorama actual de la agrupación naranja, es pesimista en su previsión para las próximas generales: “Dos años en política es poco, pero dos años en la situación que en este momento tiene Ciudadanos es mucho. Es mucho tiempo para alargar la agonía que está sufriendo el partido. Lo siento, pero esto es desangrarse poco a poco”.
La agrupación provincial no ha tardado en pronunciarse y ha pedido a las concejalas villenenses “que entreguen el acta de regidoras en virtud del compromiso suscrito a través de la Carta Ética de Ciudadanos, que exige a todos los cargos elegidos que devuelvan el acta en el supuesto de abandonar el partido”. En la nota de prensa remitida por Cs Alicante, se establece que “no ha habido conversaciones previas con las dos ediles en las que se pusiera de manifiesto ningún tipo de desacuerdo”, por lo que la reprobación es tajante: “Ciudadanos lamenta, condena y rechaza este tipo de comportamientos que degradan la política e incumplen los compromisos adquiridos al aceptar la responsabilidad de ostentar un cargo público, anteponiendo intereses personales en perjuicio de todos los afiliados que siguen trabajando por este proyecto”.