Rafael Gallego, presidente de CEAV. Foto: EFEVALÈNCIA/MÁLAGA (VP/EFECOM).- La Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) augura un descenso del 15 al 20% en la llegada de turistas internacionales a los destinos de sol y playa españoles, tales como la Costa del Sol, Canarias o Baleares en el 2019 "si todo sigue como actualmente", por lo que apuesta por moderar precios y diversificar mercados.
El presidente de la CEAV, Rafael Gallego, ha afirmado este miércoles en rueda de prensa que el próximo año va a haber "una caída considerable" del turismo internacional" porque "no hay nada garantizado para 2019", ya que los operadores turísticos "tienen otros intereses" y competidores como Turquía o Egipto están "bonificando" vuelos o cruceros.
A la recuperación de los países competidores se unen otras causas como la apuesta por las aerolíneas de bajo coste, sobre todo en el mercado británico, que ha supuesto que los turistas acorten sus estancias, de manera que en destinos como Baleares "para llegar a un número de pernoctaciones han necesitado más clientes".
En el caso de Baleares ha dicho que también le afecta la tasa turística, que le convierte en "un destino más caro", ya que "penaliza" el turismo. El presidente de la CEAV precisa que no están en contra de las tasas, sino "de la forma en que se aplican", pues "los turistas ya pagan impuestos cuando consumen servicios".
En cuanto al alquiler vacacional, ha indicado que se le está "culpando" de la bajada del turismo internacional, cuando "no influye para nada en la caída de la ocupación", ya que "hay dos mercados diferentes".
La CEAV reclama a las autoridades que haya una "regulación que sea asumible", pero que no prohíban esta actividad porque "el que va a este tipo de establecimientos es porque quiere ir. Si no se lo damos nosotros, se lo va a dar otro".
El presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Andalucía (Aedav), Sergio García, ha dicho que espera que se pueda compensar con turismo nacional" la bajada prevista de turismo internacional y ha opinado que los hoteleros "deben pensar un poquito en bajar los precios", al tiempo que se fomentan otros mercados distintos del británico.
