MADRID. Nos encontramos a una de las compañías más endeudadas del sector y con, probablemente, peor situación técnica. La pérdida de valor de su acción ha sido de manera sistemática y continuada en el tiempo hasta tocar su fondo alrededor de los 1,80 euros por título por lo que tiene ante sí un importante reto. No obstante, los últimos movimientos estratégicos por parte de la dirección parecen haber avivado de nuevo el fuego cuando hablábamos de un valor prácticamente en estado de coma.
El plan de desinversiones que está llevando a cabo la compañía en los últimos días parecen estar sentando bien entre los inversores tras anotarse una subida de más del 3% en bolsa en la sesión del martes. Desde que tocase su fondo, la recuperación de valor ha sido tímida pero constante y, en toda subida que se precie, siempre debe haber patrones de apoyo que certifiquen esa subida.
Si analizamos detenidamente el gráfico desde el punto de vista técnico, no descartaría un retorno al nivel 38,2 de Fibonacci que sirva como apoyo y ayuda para atacar la tan ansiada frontera de los 4 euros por acción.
La barrera de los 4 euros puede abrir muchas puertas para futuras subidas y patrones alcistas pero por ahora mantendría la cautela, ya que siempre que hay jornadas muy favorables y de mucha euforia entre los inversores después aparecen las caídas; por lo que por ahora trataría de observar desde la barrera si finalmente se están empezando a hacer bien las cosas o de lo contrario acaba esfumándose la alegría alcista.
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Borja Matilla es analista de Hanseatic Brokerhouse