ELDA. El Partido Popular de Elda vivía en paz en los últimos años. Pero este martes se ha despertado de ese feliz sueño. Dos de sus concejalas, María Dolores de la Dueña y Remedios Soler, han anunciado que abandonan la formación y pasan al grupo de no adscritos por la "marginación" y el "aislamiento" dentro de la agrupación local. De esta manera, dejan al PP en cinco concejales, de los siete que logró en 2015 y muy lejos de los 14 que tuvo el mandato pasado.
Así, lo ha denunciado María Dolores de la Dueña, quien ha incidido en que se les "aparta reiteradamente" y que la situación "no puede seguir, porque no se puede ningunear a dos concejales" que representan 3.000 votos. De la Dueña ha disparado directamente contra la ex alcaldesa, presidenta local y senadora 'popular' Adela Pedrosa, de quien dijo que las citó cinco días después de la toma de posesión en junio de 2015 y les solicitó el acta, a lo que se negaron. Por ello, "no nos hemos ido y posiblemente estemos pagando el precio de seguir como concejalas". "Se nos pidió el acta y se nos dijo que en la oposición nos íbamos a aburrir y éramos personas capacitadas para realizar otras tareas". El culmen de esta aislamiento, gestado en los últimos meses, fue la visita de Isabel Bonig y José Císcar a Elda, de la que no fueron convocadas.
Y ahí radica uno de los puntos de fricción entre las concejalas y el partido. El PP de Elda les reclama ahora la devolución del acta, una vez han salido de la disciplina del grupo municipal popular en el ayuntamiento. Y el partido se agarra al compromiso ético que todos los cargos del PP suscribieron antes de acceder a sus puestos: si abandonaban el partido, debían devolver el acta. Pero, el acta es personal y, de momento, no la sueltan.
Pero detrás de la decisión, también hay una retahíla de discrepancias, protagonismo y vendettas. Y cómo no, el tema de los sueldos. Actualmente, el PP dispone de dos dedicaciones exclusivas en el ayuntamiento, que perciben el portavoz, Fran Muñoz, y el portavoz adjunto, Alberto Javier García. Al parecer, en meses anteriores, De la Dueña plantó que esas retribuciones se dividieran en cuatro, como se hace en muchos ayuntamientos, para que cuatro regidores cobraran medio sueldo, algo que la cúpula del partido no accedió. También se produjo la renovación de cargos internos en el PP este pasado mes de julio, y no rascaron bola ninguna de las dos regidoras. Adela Pedrosa repitió y mantuvo el control del aparato local, pese a estar en Madrid.
Hay que recordar, además, que tanto María Dolores de la Dueña y Remedios Soler no accedieron a su acta en junio de 2015, sino que lo hicieron más tarde, con las dimisiones de David Navarro, y de la candidata, Adela Pedrosa, para ir al Senado. Es decir, se incorporaron a la disciplina del grupo más tarde y no sintonizaron con el partido. La división se fue agrandando hasta que el pasado mes de agosto lanzaron una plataforma para defender a los autónomos y a las pymes "contra cualquier forma de corrupción, abuso e injusticia", algo que no sentó nada bien a las altas del partido a nivel local. De la Dueña buscaba un protagonismo que no acaba de encontrar en su partido y que al final, después de muchos desplantes, divisiones y quizás una errónea política de gestión del grupo, ha acabado con su salida del PP, y de Remedios Soler.