ALICANTE. El concurso convocado por el Ayuntamiento de Alicante para diseñar el futuro del complejo de Las Cigarreras sobre los cimientos de la antigua Fábrica de Tabacos de Alicante comienza a despejarse. La licitación del que pasa por ser uno de los principales proyectos incluidos en la Estrategia de Desarrollo Urbanos Sostenible e Integrado (Edusi) se disputa finalmente entre siete gabinetes de arquitectura distintos, interesados en planificar el que está llamado a reafirmarse como el epicentro cultural de la ciudad.
El objeto de la licitación es definir el futuro del antiguo complejo industrial: un espacio polivalente de 15.000 metros cuadrados en el que no solo tendrían cabida los usos culturales, sino también otro tipo de usos administrativos o de fomento del emprendimiento, por ejemplo. Para la transformación del conjunto, se prevé una inversión próxima a los 17 millones en distintas fases. En ese presupuesto se incluyen los 4,9 millones ya asignados a la rehabilitación de un primer edificio: la antigua Casa de la Misericordia, con otros 5.000 metros cuadrados disponibles.
Las siete propuestas que optan a redactar ese proyecto de transformación (el Plan Director y de Usos), en el que ya se incluye la ejecución de las obras de la Casa de la Misericordia, son las registradas por Plystd, Jesús Navarro, Ad-Hoc Murcia, Adora Arquitectura, Guía Consultores, Territorio Aranea y una UTE encabezada por Ramón Esteve Estudio de Arquitectura con otros cuatro arquitectos, según pudo conocerse este miércoles en el transcurso de la apertura de los sobres con sus respectivas ofertas económicas, durante el desarrollo de la Mesa de Contratación.
Las siete propuestas ya han sido baremadas por lo que respecta a los criterios que dependen de juicio de valor, en la parte que corresponde a la calidad y originalidad de cada proyecto. Esa labor quedó encomendada a un jurado compuesto por diez miembros: cinco de ellos, técnicos municipales, y los cinco restantes, expertos propuestos por el Colegio de Arquitectos y por la Universidad de Alicante (UA), según se concretó cuando se aprobó la licitación. Hasta el momento, la propuesta que habría recabado una mayor puntuación en ese apartado es la presentada por la UTE encabezada por Ramón Esteve, con 64,7 puntos (y no Ad-Hoc Murcia, como había informado inicialmente este diario por error) seguida por Territorio Aranea, con 51,80. La tercera alternativa mejor posicionada es Adora Arquitectura con 43,80 puntos.
La Mesa de Contratación da por descartada la oferta presentada por Jesús Navarro, por un precio de 403.000 euros, cuando la licitación partía por 621.000 con admisión de ofertas a la baja
Por lo que respecta al factor precio, el importe ofertado por Ad-Hoc Murcia figura entre los más económicos y, por tanto, resultaría uno de los más ventajosos para el interés municipal. Sobre todo, después de que los técnicos municipales ya apreciasen este miércoles que la alternativa presentada por Jesús Navarro podía incurrir en baja anormalmente desproporcionada, al concurrir con un precio de unos 403.300 euros, cuando la licitación partía con un presupuesto de 621.940 euros (impuestos incluidos).
Así, una vez excluida esa propuesta, la primera oferta de menor coste sería la presentada por Guía Consultores, por 497.500 euros. La segunda, la de Ad-Hoc Murcia, por 508.200 euros. La tercera, la de Adora Arquitectura, por 520.300. Y se produciría un empate en la cuarta posición entre la UTE de Ramón Esteve y la de Plystd, por 559.700 euros. Territorio Aranea, por su parte, habría pujado con una oferta de 590.000 euros.
En todo caso, el proceso sigue abierto a la espera de que el jurado evalúe los precios ofertados por los licitadores y proponga una propuesta de clasificación definitiva, antes de que la Junta de Gobierno pueda acordar la adjudicación del contrato.
En la Mesa de Contratación, además, también se desestimó el recurso presentado por Construcciones Enciso frente a su exclusión del proceso de licitación impulsado por el Ayuntamiento para rehabilitar la Finca Benisaudet. En concreto, la Mesa validó el informe técnico por el que se confirmaba que la mercantil había podido acreditar su solvencia financiera, pero no su solvencia técnica para desarollar las obras.