MADRID. (EFE) La pandemia de coronavirus ha disparado hasta cifras récord el número de viviendas transmitidas mediante una herencia hasta marcar su récord histórico en España el pasado mes de noviembre, y situar a niveles nunca vistos este tipo de operaciones en Madrid y Barcelona, dos de las ciudades más golpeadas por la covid-19.
La crisis sanitaria, que ha causado más de 60.000 fallecidos en España según el Ministerio de Sanidad -aunque otros organismos oficiales arrojan cifras superiores-, ha traído consigo un aumento de las herencias, sobre todo después del verano y del confinamiento decretado durante el primer estado de alarma.
Con todo ello, las herencias en España acumulan tres meses al alza con un incremento del 20% en noviembre, del 5% en octubre y del 13% en septiembre, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Además, tras este nuevo aumento, las viviendas trasmitidas por herencia alcanzaron las 17.157 unidades en noviembre, la cifra más alta de la serie histórica de la estadística que elabora el INE y que arranca en 2007.
Sin embargo, durante la pandemia también se ha marcado el mínimo histórico de viviendas transmitidas mediante una herencia. En concreto en mayo de 2020 con poco más de 5.000 viviendas heredadas, el 70 % menos que un año antes, coincidiendo con la parálisis del sector y de la economía en su conjunto fruto del confinamiento domiciliario decretado durante el primer estado de alarma para hacer frente a la crisis sanitaria y que se extendió desde el 15 de marzo hasta el 21 de junio.
De hecho, este confinamiento redujo todas las operaciones inmobiliarias hasta unos valores insólitos. Cabe recordar que la compraventa de viviendas ya cedió un 18,6 % en marzo coincidiendo con el inicio de la pandemia, unos descensos que se acentuaron en los meses del confinamiento con caídas superiores al 39 % en abril, al 53 % en mayo, al 34 % en junio o al 32 % en julio.
Por ello, si se analizan las herencias de vivienda desde el inicio de la pandemia, se observa una caída de 17 % aunque desde el verano, fruto de la reactivación de las operaciones tras los meses de confinamiento, ya se observa un aumento superior al 12 %.