VALÈNCIA. Con la única sorpresa del diputado de Esquerra Unida Ricardo Sixto, que no participó en la votación, el Pleno del Congreso aprobó este jueves la mejora del Cupo vasco que supone menos dinero para el Estado y aumenta la brecha de la financiación per cápita entre la comunidad mejor tratada, el País Vasco, y la peor, la Comunitat Valenciana. Y lo hizo con los votos de la mayoría de los diputados valencianos, a pesar del malestar que el pacto PP-PNV ha generado en la Comunitat, excepto en el PP.
El acuerdo supone que el Estado pagará al País Vasco en los próximos cinco años 1.400 millones de euros de una supuesta deuda histórica acumulada desde 2007, al tiempo que recibirá de Euskadi menos cantidad anual que la que recibía hasta ahora por las competencias no transferidas (el Cupo). Esto, con la reforma de la financiación del resto de CCAA pendiente, supone agrandar la brecha entre la comunidad vasca y la valenciana, la mejor y la pero financiadas, respectivamente.
La votación registró el mayor rechazo en la historia del Cupo vasco, el 11% de los participantes en la votación. La actualización del Concierto Económico obtuvo 294 votos a favor y 36 en contra -de Ciudadanos y Compromís-, mientras que el Cupo vasco salió adelante con 292 votos a favor, 36 en contra y dos abstenciones de los diputados de EH Bildu. Previamente se rechazaron sendas enmiendas a la totalidad de Ciudadanos.
Además de por PP y PNV, los proyectos fueron apoyados por el PSOE, que gobierna en coalición con los nacionalistas en Euskadi, y por Unidos Podemos-En Comú-En Marea, ERC y PDeCAT. A favor también votaron las formaciones canarias CC y NC, los navarros de UPN y Foro Asturias.
Son 33 los diputados valencianos en el Congreso, 13 del PP, seis del PSOE, cinco de Ciudadanos, cuatro de Compromís, cuatro de Podemos y uno de Esquerra Unida. En todos los casos, los parlamentarios valencianos cumplieron con la disciplina de voto, excepto uno, Ricardo Sixto.
En declaraciones a Alicante Plaza, el diputado de Esquerra Unida, perteneciente al grupo Unidos-Podemos-En Cumú-En Marea, explico que decidió no participar en la votación porque su partido en València entiende que "no es de recibo que se esté solucionando la financiación del País Vasco y no la de la comunidad peor financiada", que es la valenciana. "Como valenciano no podía aceptar eso", añadió Sixto, que previamente se lo comunicó a la dirección federal de Izquierda Unida.
El diputado valenciano reveló que la dirección federal de IU estuvo pensando la noche anterior cambiar de posición, ante el malestar palpable en las comunidades peor financiadas, pero no lo hizo porque no había tenido tiempo de debatirlo. Según Sixto, "había un gran malestar en las filas del PSOE y Podemos, de diputados de varias comunidades".
El pasado martes, el Pleno del Congreso ya había aprobado la tramitación directa y en lectura única de ambos proyectos, lo que supone que todas las fases parlamentarias se sustanciaron en un solo debate este jueves en la sesión plenaria, con tiempos de intervención muy limitados y sin posibilidad de enmiendas parciales.
El debate se convirtió en un reproche de todos los grupos parlamentarios a la posición de Ciudadanos en contra de ambas leyes, a las que presentó sendas enmiendas a la totalidad. Hasta Compromís arremetió contra Ciudadanos a pesar de que, como adelantó Valencia Plaza, la coalición valencianista también votó en contra.
La coalición valenciana confirmó su voto en contra porque reclama mejor financiación también para el resto de comunidades "sin ningún tipo de privilegio" y cargó contra Ciudadanos por su posición, a su juicio "farisea" porque en otros aspectos no defiende. "Estamos hartos de que la política española siga el eje Madrid-Euskadi-Cataluña, muy hartos", concluyó su breve intervención el diputado de Compromís Ignasi Candela.
El otro voto en contra fue el de Ciudadanos. Su presidente, Albert Rivera, afirmó que el problema no es el sistema sino lo que Euskadi acaba pagando, el "cuponazo", como llamó, que "no responde a un cálculo técnico, sino a un amaño político" entre el PP, el PSOE y el PNV.
Ciudadanos cree que ambas normas "trabajan por la desigualdad e inciden en la insolidaridad territorial", por lo que aprecia un "fraude a la Constitución", concretamente al artículo 138, que dice que ninguna comunidad podrá gozar de ningún privilegio económico ni social.
Rivera también criticó la propia tramitación de las leyes, con carácter de urgencia y en lectura única, y se preguntó por qué no es urgente reformar el sistema del resto de comunidades (salvo Navarra), pendiente desde 2014.
El líder de la formación naranja, que puso el caso valenciano como el gran agravio, denunció que el acuerdo sobre el Cupo hará que una comunidad "rica" como el País Vasco sea "subvencionada en casi un 30% por el resto de españoles". "¿Cómo podemos aceptar esta injusticia, señor Montoro?", preguntó, para después acusar al Gobierno de haberse "pasado por el arco del triunfo" la opinión de los expertos en financiación autonómica.
Por el PP defendió las leyes el vasco Javier Maroto, que dedicó su intervención casi por completo a criticar a Ciudadanos por su posición, que le ha provocado "durar un cuarto de hora en el País Vasco". "Cuando uno hace un discurso mirando al sol a ver cómo calienta mejor cada día, tiene un nombre: oportunismo", ha dicho, para afearle que haya participado en la manifestación en Valencia por otra financiación en la que se corearon consignas como "dadnos la llave de la caja". "Oportunismo", ha insistido.
Pedro Saura presentó el voto a favor del PSOE de ambas leyes, pero le espetó a Montoro que "sí hay una discriminación" entre comunidades autónomas, no causada por el Cupo: la infrafinanciación de muchas autonomías porque no se ha reformado el sistema del régimen común. "Sí hay una discriminación clara, algunas comunidades están escandalosamente infrafinanciadas", afirmó el diputado murciano.
Saura acusó a Montoro de haber demostrado desidia por no haber presentado desde 2014 una propuesta de reforma del sistema de régimen común, tampoco este año pese a haberse comprometido a ello el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la Conferencia de Presidentes de enero. Aseguró también que el PSOE está dispuesto a negociar desde la base de que todos los españoles tienen derecho a los mismos servicios y que estos se financien con suficiencia al margen de los ciclos económicos.
Nagua Alba defendió por Unidos Podemos ambas leyes "por argumentos diferentes al PNV" y que no son históricos, sino porque los ciudadanos tienen derecho a gobernarse a sí mismos, dijo la portavoz, que también criticó la postura de Ciudadanos. Alba defendió la negociación bilateral de la financiación de todas las autonomías y reclamó suficiencia financiera para todas ellas, porque "es inexplicable que en el siglo XXI Extremadura se manifieste para tener un tren en condiciones".
Si las comunidades del régimen común no están bien financiadas, añadió, "no es por el Cupo vasco sino por el fraude fiscal o la corrupción". "El 'cuponazo' son las amnistías fiscales de Montoro. Culpar de las injusticias a un territorio es falso", criticó.