Sánchez vuelve a prometer condonar parte de la deuda pero se olvida del Fondo de Nivelación

VALÈNCIA. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció en la XXVII Conferencia de Presidentes celebrada este viernes en Santander tres medidas especialmente significativas en términos económicos para las autonomías -siempre que lleguen a materializarse-. La más relevante, que el próximo mes de enero se convocará una reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para abordar la condonación de la deuda de las comunidades de régimen común, todas salvo País Vasco y Navarra.

Una promesa de la que, en caso de materializarse, podrá beneficiarse la Comunitat Valenciana, que es la que lidera la deuda autonómica en términos relativos debido a la infrafinanciación histórica. Si bien, eso sí, faltará por concretar qué cuantía acaba asumiendo el Gobierno del grueso que arrastra el territorio. Los últimos datos, referidos al segundo trimestre de 2024, sitúan la deuda de la Comunitat en 59.569 millones de euros, de los que 52.783 millones son deuda con el Estado.

Ahora bien, el compromiso pronunciado ahora por Sánchez no es nuevo. Sino que rescata la promesa que selló la ministra de Hacienda María Jesús Montero con las autonomías en el CPFF celebrado en diciembre de 2023. Una cita que se convertió en un campo de batalla entre las territorios y el Ejecutivo central por las negociaciones bilaterales que se estaban produciendo con Cataluña. Por una parte, para reformar el sistema de financiación y, por otra, por la condonación de la deuda pactada con la autonomía que todavía no se había concretado cómo llevar a cabo. 

Las comunidades gobernadas por el Partido Popular hicieron frente común y protestaron por esta bilateralidad y Montero trató de contener los reproches asegurando que la condonación afectaría a todos los territorios y no solo al catalán con la intención de que pudieran salir a financiarse a los mercados y, a cambio, que sus presupuestos pudieran salir adelante. También aseguró un 15% más de financiación para las regiones y un objetivo de déficit más flexible, 0,1%, en lugar del equilibrio presupuestario previsto. 

La promesa adquirida entonces, sin embargo, no llegó a materializarse. Montero aseguró que mantendría reuniones con los líderes autonómicos para abordar el endeudamiento de cada autonomía y, un año después, estas citas no han llegado a producirse. Por lo que el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, tomó el relevo este viernes en la Conferencia de Presidentes para comprometerse a lo mismo. 

Una medida que, de hecho, el president de la Generalitat, Carlos Mazón, recibió con cierto recelo: "Estaremos agradecidos si se pone en marcha, pero será un parche. Un parche que estudiaremos, sí, pero el caso valenciano es de sobra conocido y esto no nos soluciona el problema que tenemos", expuso en relación a que el dilema principal sigue sin resolverse ante la falta de reforma del modelo actual, caducado en 2014. "Exigimos que haya una quita, pero como una medida complementaria", subrayó. 

Lo cierto es que la condonación de la deuda es una de las principales reivindicaciones valencianas a Moncloa, pues la financiación por debajo de la media ha provocado un déficit acumulado en las cuentas de la Generalitat. Pero no ha sido una petición aislada, pues las exigencias siempre han sido siempre tres: reforma del actual sistema, quita de la deuda y aplicar un fondo de nivelación transitorio en aquellas comunidades infrafinanciadas hasta que se reforme el modelo vigente. Esto último ni siquiera llegó a mencionarse en la cita de este viernes. 

De hecho, tras cuestionar la medida, advirtió que una de las cuestiones que más le preocupaba era el hecho de que el Gobierno central no hubiera aprobado el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), que son créditos que el Gobierno presta a la Comunitat Valenciana a un interés bajo y que permiten que la autonomía pueda seguir pagando las facturas y seguir prestando sus servicios públicos. "Nos están escamoteando más de 3.000 millones de euros si no nos recuperan el FLA", concluyó.  

Financiación y fondos europeos

A pesar de que el Fondo de Nivelación no se puso sobre la mesa, Sánchez sí hizo mención a la necesidad de acordar entre todos un nuevo modelo de financiación autonómica que "concilie la multilateralidad y la bilateralidad, blinde la solidaridad entre territorios, y garantice que todas las Comunidades Autónomas reciban más recursos de los que perciben en la actualidad". 

Una propuesta que también Mazón cuestionó por la utopía que supone poder conciliar la "multilateralidad y la bilateralidad". O dicho de otro modo, la contradicción que supone que el Gobierno negocie de manera bilateral y multilateral con los territorios para lograr alcanzar un acuerdo que garantice la reforma. La oferta, además, tampoco vino acompañada de un compromiso temporal concreto. 

Junto a estas dos medidas, el presidente de España reclamó a los líderes autonómicos que reprogramasen una parte de los fondos europeos de cohesión FEDER y FSE+ para dar a los territorios afectados por la Dana una línea adicional de ayuda. Una opción que ya contempla la normativa europea y que podría contribuir a reforzar las medidas ya adoptadas por el Gobierno de España y el Gobierno de la Generalitat Valenciana para reconstruir y relanzar la economía de los territorios afectados.

Con todo, Mazón salió de la cita, según expuso, claramente decepcionado. "Como hemos venido, nos vamos. Sin un solo acuerdo, sin un documento, sin ninguna resolución que poner en marcha porque no se nos ha propuesto ninguna iniciativa, nada que poner en marcha por el Gobierno de España", criticó. 

Medidas fiscales para los afectados por la Dana

El jefe del Consell había acudido a la cita con una batería de peticiones bajo el brazo, la mayoría centradas en la recuperación de la Comunitat Valenciana después de que la Dana del pasado 29 de octubre no solo dejara 223 víctimas mortales, sino también innumerables pérdidas económicas y daños materiales en comercios e industrias. 

Entre las principales peticiones, el jefe del Consell reclamó la "exención total de impuestos" para las ayudas a personas y empresas afectadas por las riadas; "IVA cero" para la reposición y reparación de vehículos, así como para la rehabilitación de viviendas dañadas. Y también que las ayudas de las empresas a sus empleados "se declaren exentas" en el caso de que sean consideradas rentas del trabajo. 

Un paquete de reivindicaciones fiscales, a las que también sumó la elaboración de un plan nacional contra inundaciones y otras catástrofes análogas, así como la creación de un fondo extraordinario nacional para catástrofes. Sobre estas, según Mazón, el Gobierno no se comprometió a nada concreto.