El musical llega a València ya convertido en un fenómeno capaz de llenar de jóvenes las butacas de los teatros
VALÈNCIA. En un final de agosto en el que (casi) toda València sigue en stand-by cultural, ayer el teatro Olympia se atrevió a empezar la temporada y lo hizo por la puerta grande. Si habitualmente en la rueda de prensa de cualquier espectáculo de artes escénicas, los medios de comunicación se pueden contar con los dedos de las dos manos, ayer, el hall del teatro se quedó pequeño ante medios generalistas, blogs amateur, medios especializados y curiosos. El motivo no es otro que el espectáculo presentado: La Llamada.
A estas alturas, casi nadie ha podido escapar de conocer algo sobre este musical, escrito y dirigido por Javier Calvo y Javier Ambrossi, los Javis, en el que María ha de enfrentarse al dilema de la vocación a partir de unas delirantes aparaciones en un campamento, en el que Dios se le aparece cantando canciones de Whitney Houston. Este conflicto lo hará acompañada de su mejor (y superficial) amiga y dos monjas encargadas de mantener a las chicas a raya. Las cifras de la obra hablan por sí solas: se estrenó como una obra de pequeño formato, representándose en el hall del teatro Lara de Madrid, y ha acabado estando seis temporadas ininterrumpidamente y ya acumula más de 1.000.000 de espectadores. Todo esto sin contar con la adaptación cinematográfica, dirigida también por los Javis y estrenada en 2017, que fue todo un fenómeno de masas, especialmente entre el público joven.
Así, La Llamada, un musical sobre la vocación (en el sentido más amplio de la palabra) plagado de referencias católicas, ha acabado fundando su propia religión, y el altar sería algo así como la mesa sobre la que se sentó el elenco de la obra ayer en la rueda de prensa, presidido por un paraban con un cartel luminoso con el título de la obra. "Seguimos haciendo el musical en Madrid, pero se ha hecho una fuerte inversión en agradecer a nuestro público todo el apoyo", contaba Richard Collins-Moore, que interpreta a Dios desde la primera temporada. "En vez de ir a La Llamada, ahora somos nosotros los que venimos hasta la ciudad de todos nuestros seguidores", añadía Nerea Rodríguez, que interpreta a María.
Con toda la parroquia reunida, solo quedaba hablar sobre cuál es el mensaje profético de la obra, algo que aclararon en el turno de preguntas: "La Llamada es una obra que ha tenido éxito porque llega al corazón, al centro de ti", contaba Mar Abascal. "Yo creo que el musical tiene un mensaje muy poderoso, que es que creas en ti", decía también Lucía Gil. Y en efecto, el musical es una obra en la que se utiliza la vocación religiosa como excéntrico paralelismo para tratar, de una manera carismática, el sentirse acogido y cómodo con las opciones vitales de cada uno. Este mensaje, el de sigue tus sueños, el de lucha por ellos, es uno de los leitmotivs de las obras que más han sabido llegar a la juventud actual (se ve también, por ejemplo, en el fenómeno BTS). Una reivindicación vital, en una época en la que la gente joven ha pasado de tener ilusionantes aspiraciones a preocupantes expectativas. La obra ha conseguido, de esta manera, devolver a la gente gente al patio de butacas de los teatros sin necesidad de organizar pases escolares. Aunque también cabe destacar que el público del musical ha acabado siendo heterogéneo: Whitney Houston para algunas generaciones, electro latino para otras.
Pero en realidad, La Llamada habla de mucho más del -a veces superficial- "sigue tus sueños". También es una crítica a una religión católica poco abierta a las novedades, también es una defensa la diversidad de vocaciones y estilos de vida, muchas veces prejuzgados por el prisma ideológico. También una pedagógica pastilla contra la incomprensión de los padres y madres a la manera en la que sus hijos e hijas se plantean la vida. Todo esto está ahí de una manera clara, con un mensaje entendible por todo el mundo, que además de ser útil, es satisfactorio. Y además, Whitney Houston y electrolatino.
Con todo esto, el éxito de La Llamada en València, que ayer hizo su primera representación en el Olympia y estará en cartel hasta el próximo 8 de septiembre, está asegurado. Así lo predice incluso la rueda de prensa, que acabó siendo ayer más un encuentro de fans que una presentación técnica del espectáculo. Es parte de la magia de este espectáculo, trasladar el desenfado con el que se ha concebido hasta el último rincón de este.
El actor y dramaturgo español Rafael Álvarez, más conocido como El Brujo, trae al Teatro Olympia el próximo 19 de junio la historia tras la meditación en Autobiografía de un Yogui, una obra plagada de humor y reflexiones sobre la calma, la destrucción y la manera de pronunciar un largo ‘hummm’ frente a ambas
La gran Lole Montoya revive el repertorio histórico de Lole y Manuel a través de un concierto en el Olympia, comprendido dentro del ciclo Panorama Flamenco. Una actuación en la que se rordea de Juan Carmona (de Ketama) y el percusionista Paco Vega para dar vida de nuevo a las canciones que marcaron el resurgir del nuevo flamenco