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siete proyectos a preselección

La convocatoria de la CVMC no atrae a los creadores de webseries valencianas

La ventana digital, que debería haber atraído un número de proyectos al menos similar al de las grandes producciones de ficción, es la que menos interés ha suscitado entre los productores y creadores audiovisuales

9/08/2017 - 

VALÈNCIA. Las webseries se convirtieron en un refugio para creadores del audiovisual valenciano tras el cierre de Canal 9. Ya en 2014, apenas unos meses después de la Operación Telefunken, el ramillete de producciones hechas en la Comunitat Valenciana premiadas nacional e internacionalmente era notable. Cabanyal Z, La gente es imbécil, Sin Vida Propia, Una rubia en apuros, Fracasados por el mundo (‘comprada’ por la CVMC), Archibald in Valencia, DiscreetHearts o Mi mujer es pastora son solo algunos ejemplos de aquel año y ya supondrían más proyectos de los que se han presentado a la convocatoria de ficción de la Societat Anónima de Mijtans de Comunicació de la Comunitat Valenciana. 23 para ficción de género, 22 para ficción social, 16 para ficción juvenil y siete para webseries, siendo a priori una categoría más experimental y abierta a guionistas y productores con ánimo de mostrar su trabajo en esta ‘ventana’ para dar el salto a las siguientes.

La razón de esta desproporción se encuentra en distintos factores según los responsables de la CVMC y los productores valencianos. Para los primeros, tiene que ver con que las empresas valencianas del audiovisual tienen un menor marchamo en este ámbito, mientras que para los segundos la razón tiene que ver con la oferta económica. Ana Ramón Rubio cree que se ha generado “un agravio comparativo bastante importante entre los formatos. La única razón por la cual una webserie debe ser más económica que una ficción para televisión es por su duración, pero el presupuesto por minuto debería ser bastante similar”. Ese agravio comparativo va de los 2.000 euros por minuto de las series de ficción de género o social a los 300 euros por minuto de las webseries.

La CVMC dice que con la convocatoria busca proyectos “novedosos, experimentales y con capítulos de corta duración”, aunque matiza a este diario que “a partir de ahí, ofrecemos el precio que nos podemos permitir”. Para el realizador y productor Jordi Llorca “la ventana de distribución afecta muy poco a los costes de producción. Las webseries se están rondando en parámetros broadcast y cinematográficos. Lo que baja la factura, habitualmente, es la duración y un poco la producción, pero si repasas los procesos, por ejemplo, el del guión de una sitcom o de una webserie, el coste es el mismo”. Para Ramón Rubio es “muy ajustado” el precio de 3.000 euros para la preproducción, pero “me parece menos lógico el precio que proponen por minuto. Si la serie es de 10 minutos, que es lo que suele durar de media una webserie, el presupuesto de cada capítulo sería de 3.000 euros. Está muy ajustado si lo que se quiere realmente es generar industria”. 

El productor Ximo Pérez coincide con esa lectura: “se puede crear una experiencia, pero no industria”. No obstante, su lectura es distinta, ya que por un lado sí marca distancia entre los costes de producción del resto de líneas y el de la webserie (“no se puede comparar”), pero acepta que “desde luego con 300 euros el minuto el número de candidatos iba a ser limitado”. Pérez destaca “la postura valiente de la CVMC” ya que cree que de partida “no tenía por qué haber abierto esa ventana para el inicio de una televisión autonómica”. Aunque cree que por ahora “no podemos saber dónde estarán las webseries dentro de 10 años, es arriesgado y hay que valorar que hayan querido dar cabida”.

Algunos productores de las tres asociaciones a las que fue presentada la convocatoria  –que prefieren no dar su nombre por estar inmersos en los procesos de selección– responden a Valencia Plaza que “quizá, el debate es si se podrían haber reorganizado esos recursos para el resto de categorías. Para una oferta tan baja, desde luego es imposible que pueda ser interesante para las productoras y se asemeja más a los parámetros del cortometrajista: actores y parte del equipo que no cobra. Eso no aporta a la industria”. Para otros creadores, dado el tipo de propuesta, "puede que la convocatoria se haya comunicado bien para el ámbito profesional, pero no para aquellos amateurs o recién titulados que quizá sí podrían haberse interesado con más proyectos".

Para Antonio Mansilla “el precio por hacer la biblia de los personajes, planes de rodaje y casting y primeros guiones, es ajustado [3.0000 euros], pero el precio para la producción [300 euros minuto]... es aún más complicado”. El productor no descarta que “para los especialistas en webseries quizá sea viable, pero si queremos utilizar criterios profesionales de producción no podemos con esos precios”.

Para la guionista y directora Cristina Gómez, que acaba de rodar su primer piloto en Hollywood de una serie tras varias experiencias con webseries aquí,”el esfuerzo para crear y escribir un proyecto online es el mismo que para escribir cualquier otro proyecto. Partes de cero y le dedicas muchas horas; simplemente, luego se publica en un medio diferente”. Para la autora de la webserie reconocida internacionalmente Una rubia en apuros, “resulta desmesurada la diferencia”. 

Las siete candidatas han encajado en la propuesta de la CVMC para una posible selección que se emitirá directamente en su plataforma digital. La propuesta estaba abierta a todo tipo de géneros y propuesta narrativas, con especial atención a públicos infantiles y juveniles y temporadas de 10 capítulos que oscilarían entre los 5 y los 15 minutos. 

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