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el presidente de la generalitat cambia el paso con varias medidas estrella

La ambición y compromisos de Puig frenan los embates de Bonig en el Debate

14/09/2017 - 

VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, salió airoso -o al menos mucho mejor que el año pasado- de la primera jornada del Debate de Política General celebrado este miércoles en Les Corts Valencianes. Ritmo pausado pero firme en su discurso, compromisos de empaque y, en general, turnos de réplica solventes, sirvieron al jefe del Consell para, al cierre de la jornada, salir del hemiciclo con la impresión de haber ganado más que perdido.

Las claves en la mejoría de Puig respecto al debate de 2016, donde se vio desbordado por los ataques de la portavoz del PPCV, Isabel Bonig, y del entonces síndic de Ciudadanos, Alexis Marí, radica principalmente en un discurso mucho más poblado de anuncios consistentes que en el anterior ejercicio. O lo que es lo mismo, Puig, con propuestas y medidas más ambiciosas bajo el brazo, ganó también en confianza en la ejecución de su propio discurso. Prueba de ello es que la intervención contaba con menor número de palabras que la del pasado año pero se alargó hasta las dos horas: el jefe del Consell se tomó su tiempo en la trona para asegurarse de comunicar con claridad su mensaje.

Bonig gesticula en dirección a la bancada socialista. Foto: KIKE TABERNER

Una intervención demasiado larga, sí, pero que por primera vez desde su llegada a la Presidencia de la Generalitat, contenía un conjunto de anuncios concentrados que otorgaron un esencial valor añadido al discurso de Puig. El plan dotado con 700 millones de euros de construcción y mejora de centros escolares en colaboración con los ayuntamientos, el desdoblamiento de presupuesto del Avalem Joves para crear 8.000 empleos, el inicio de trámites para revertir la concesión de Dénia-La Marina, la ampliación del Hospital Clínico de València, la creación de un 'Distrito Digital' en Ciudad de la Luz o el impulso de un nuevo fondo del IVF con 70 millones de euros para la creación de negocios por parte de parados y una línea para startups, fueron algunos de los anuncios de peso dentro de la intervención del presidente. Un paso adelante en la ampliación de perspectivas que, ahora bien, el Consell deberá empezar a cumplir durante este ejercicio si no quiere ceder una credibilidad fundamental un año antes de enfrentarse a las urnas.

Puig durante una de sus intervenciones. Foto: KIKE TABERNER

Otro dato de interés también de carácter estratégico es que el compromiso más importante de todos los anunciados por el jefe del Consell -el plan de centros escolares- pertenece precisamente al área de Educación, la previsiblemente más atacada por PPCV y Ciudadanos en el debate. Al margen de esto, lo que pretendió Puig durante la jornada -y así lo admitían fuentes de su entorno- fue evidenciar su intención de cambiar el paso, asumir ciertos riesgos propositivos de futuro con la mirada puesta, ya no solo en 2019, sino en un plan que supera la presente legislatura.

La síndica del PPCV dirigiéndose a Puig en el debate. Foto: KIKE TABERNER

Enfrente, la rival que capitanea el bloque antagónico, Isabel Bonig, había preparado una intervención mixta, con una parte más agresiva dirigida a atacar la gestión del Consell y otra más propositiva de cara a empezar a explotar su perfil de futura candidata. De hecho, era una vía estratégica estudiada desde la formación popular: mantener la intensidad que caracteriza a la portavoz pero buscar la combinación con una líder de 'mano tendida' a la búsqueda de acuerdos cuyo rechazo incomodara a Puig.

El plan, a diferencia del año pasado, no terminó de salir en este caso redondo para el grupo popular, que no consiguió arrastrar a Puig a discutir sus propuestas. Así, Bonig sí tuvo algunos destellos verbales durante el debate, pero funcionaron como golpes de efecto aislados que no le dieron una victoria. Cierto es que su larga enumeración de incumplimientos del Consell -algunos de ellos incorrectos- fueron acompañados de un "no existe" coreado por parte de su bancada en uno de sus momentos más estelares, que culminó con una ironía muy aplaudida por los suyos: "¿El conseller de Economía? ¡No existe!". También, aunque esperada, fue ingeniosa su manera de afear la gestión del Consell respecto al incendio de la Ciudad de la Justicia: "Tenían que mantener las infraestructuras que nosotros construimos y... ¡se les están quemando!", exclamó.

El presidente de la Generalitat mria su móvil mientras dialoga con Oltra. Foto: KIKE TABERNER

Buenos momentos en el fragor del debate pero que en conjunto del discurso se quedaron en detalles que no llegaron a trascender al global de la cita dado que, a diferencia de lo ocurrido el año anterior, Puig venía con mucha más munición propositiva. Es decir, si el presidente de la Generalitat hubiera llegado con una intervención más 'vacía', la líder del PPCV hubiera sacado más rédito a su actuación. Y eso que Bonig atacó por tierra, mar y aire, acusando a su oponente de "populista" y "agitador de masas", además de apelar a un dramático: "Le pido que no venda la Comunitat a los nacionalistas". 

Unos dardos que Puig devolvió con pausa, reclamándole "prudencia" a la dirigente popular y lamentando que utilizara en la Comunitat "el catalanismo, el independentismo y la fractura". "Decir que aquí estamos en un proceso como el de Cataluña o en un gobierno que hunde las raíces en la misma doctrina, no solo es faltar a la verdad, es peor, es un inmenso error", resumió.

Isabel Bonig en uno de los momentos de su réplica. Foto: KIKE TABERNER

En esta línea, la docena de propuestas de Bonig compuestas de seis acuerdos -algunas de ellas ya de salida muy difícilmente negociables por ser cuestiones clásicas dentro del programa del PPCV- fueron evitadas por Puig, que no quiso entrar en la hoja de ruta que le trataba de marcar la presidenta popular. Una maniobra hábil en este caso dado que la trinchera cavada en el debate con sus anuncios le proporcionaron cierta ventaja a la que supo no renunciar.

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