VALENCIA, (EFE). Investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) han diseñado, fabricado y evaluado un avanzado dispositivo que contribuirá, entre otras aplicaciones, a garantizar el rendimiento y prestaciones de las comunicaciones 5G y la llamada internet de las cosas.
Se trata de un dispositivo basado en fibra óptica multinúcleo que permite procesar la señal al mismo tiempo que la distribuye a través de la red, lo que incide en último término en un aumento de la velocidad y la eficiencia energética de las comunicaciones.
El trabajo, desarrollado por investigadores del Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia (iTEAM) de la UPV, ha sido publicado por la revista Scientific Reports, del Nature Publishing Group, ha informado a EFE la institución universitaria.
Según explica Ivana Gasulla, investigadora del iTEAM, el equipo ideado desde los Photonics Research Labs del este Instituto es capaz de generar una línea apropiada de retardo óptica, un componente esencial a la hora de implementar un procesado avanzado sobre las señales de radiofrecuencia.
"Se trata de una línea de retardo sintonizable y versátil, que permitirá un procesado avanzado de las señales al tiempo que se propagan por la fibra óptica, permitiendo, ente otras cosas, una mejora de la calidad de la señal frente al ruido", según Gasulla.
También permitirá, señala la investigadora, la selección de ciertos canales frecuenciales o la realización de antenas reconfigurables para obtener una mejor eficiencia de la red de comunicaciones.
Sobre su aplicación para las comunicaciones 5G, los investigadores explican que en ese nuevo escenario serán necesarias antenas más inteligentes, de tamaño más reducido, que tengan más funcionalidades y operen en frecuencias más altas.
Según Gasulla, su dispositivo "es un equipo pionero. Con el procesado óptico que ofrece podremos responder a los nuevos requerimientos exigidos por la quinta generación de las comunicaciones móviles". "Para aplicaciones 5G se necesitan no solo elementos de transmisión, sino elementos de procesado de la señal", asegura la investigadora de la UPV.
Salvador Sales, investigador del iTEAM de la UPV, asegura que contar con estos dispositivos de procesado integrados en la propia fibra les proporciona las ventajas inherentes de la propia fibra que les hace tener menores pérdidas, mayor ancho de banda y menor tamaño, sobre todo esto último, acrecentado por el hecho de lograr un procesamiento en paralelo y muy compacto gracias a la fibra multinúcleo.
El sistema de fabricación es capaz de crear cavidades de varios centímetros con precisión nanométrica en cada uno de los núcleos individuales que conforman la fibra multinúcleo, indica Sales, quien ha participado en este trabajo junto a Gasulla y los investigadores David Barrera y Javier Hervás.
Además de su aplicación a comunicaciones 5G, la tecnología desarrollada por los investigadores de la UPV también es de especial utilidad en áreas como la ingeniería civil y aeroespacial.
En concreto, en la monitorización y evaluación de estructuras como puentes o túneles, o bien en la monitorización del estado del fuselaje de aeronaves, satélites e incluso en el rendimiento de los motores. "Cuando existe algún fenómeno anómalo, este se transfiere a la fibra multinúcleo que se encuentra embebida a la estructura, de modo que las señales que pasan a través de ella se modifican", explica el investigador.
Según Sales, analizando las señales que llegan al receptor se puede averiguar en tiempo real lo que está sucediendo en cada punto de la estructura que se está monitorizando. El dispositivo se ha fabricado en el laboratorio del propio iTEAM, gracias al equipamiento que han desarrollando en los últimos quince años y que hace que sea un laboratorio de referencia a nivel europeo en la fabricación de cavidades en todo tipo de fibras ópticas.
A lo largo de este tiempo, los investigadores del iTEAM han colaborado con numerosas instituciones, como la Agencia Espacial Europea, el Leibniz-Institut de Astrofotónica de Postdam, la Escuela Politécnica Federal de Laussane, el ETH de Zurich y la Universidad Técnica de Dinamarca.