VALÈNCIA. (EFE). La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil cree que el exministro de Trabajo y expresident de la Generalitat Eduardo Zaplana pudo cometer un delito de tráfico de influencias en una gestión que realizó para la exacaldesa de Madrid Ana Botella con empresas investigadas en el caso Púnica.
Así lo han confirmado a Efe fuentes de la investigación, que han indicado que esa posibilidad se desprende de un informe en el que la UCO expone unos hechos que podrían ser constitutivos de delito.
Según publica el diario digital El Confidencial, la UCO ha incorporado un nuevo informe al sumario del caso Púnica en el que se señala que Zaplana pudo mediar para que la exalcaldesa de Madrid, Ana Botella, "contratara los servicios de empresas de imagen y reputación 'on line' investigadas" en ese proceso.
Así, el informe revela que Zaplana habría conseguido que el responsable de esas empresas se reuniera el 13 de agosto de 2013 con Botella en la vivienda que comparte con su marido, el exjefe del Ejecutivo José María Aznar, en una urbanización de Marbella (Málaga).
Gracias a esa mediación de Zaplana, las empresas Eico y Madiva consiguieron que se les adjudicara trabajos para mejorar la imagen de Botella en internet y su posicionamiento en redes sociales.
El Confidencial precisa que, a juicio de los investigadores, Zaplana "habría mantenido conversaciones con Ana Botella y con Alejandro de Pedro Llorca (representante de Eico y Madiva) para que éste presentara su propuesta de servicios de reputación 'online' a la exalcaldesa".
"A continuación", prosigue el informe, "(Zaplana) intervendría en el seguimiento y desbloqueó del proyecto, pudiendo haberse servido de su relación profesional previa con la jefe de prensa del Ayuntamiento, Elena Sánchez", que también ocupó ese puesto con el exministro de Trabajo.